Operan por primera vez la parálisis facial sin dejar cicatrices

El Hospital Universitario Vall D’Hebron de Barcelona constituyó el pasado mes de octubre su Unidad específica para el tratamiento de la parálisis facial, una patología en la que el hospital catalán es pionero a nivel mundial a la hora de llevar a cabo intervenciones quirúrgicas sin dejar cicatriz en los pacientes, unas marcas faciales que solían suponer un trauma para las personas que se sometían a este tipo de cirugía. Según informan desde el propio centro hospitalario, hasta la fecha, y desde hace cuatro años, ya han sido 24 las personas que se han podido beneficiar de esta operación única en el mundo.

La nueva técnica, calificada de “tercer nivel” por su complejidad por Joan Pere Barret, jefe del Servicio de Cirugía Plástica y Quemados del Vall D’Hebron, consiste en dos pequeñas incisiones realizadas en el interior de la boca y en la parte posterior de la oreja, que quedan totalmente ocultas a la vista. A través de estas incisiones, los expertos realizan el trasplante de nervios (o de nervios y músculo, en el caso de que el paciente lleve más de 18 meses con parálisis) de la pierna del paciente a su cara, para de esta forma recuperar la movilidad de los músculos faciales.

La nueva técnica para operar la parálisis facial evita las grandes cicatrices en el rostro, reduce el tiempo de la cirugía, la inflamación y el dolor en los pacientes

Según el portavoz del Hospital Vall D’Hebron, esta novedosa cirugía presenta numerosas ventajas respecto a la que se venía realizando con anterioridad. Por un lado, como hemos comentado, evita las grandes cicatrices en el rostro de los afectados. Por otro, reduce el tiempo de la intervención, la inflamación y el dolor en los pacientes, y permite adelantar el alta tras la operación en casi una semana.

En qué consiste la parálisis facial

La parálisis facial periférica es un cuadro clínico agudo que se traduce en la debilidad de los músculos de la cara. Se estima que entre un 0,015% y un 0,045% de la población se ve afectada por esta patología a lo largo de su vida, de la cual el 30% no llega a recuperarse en su totalidad de las secuelas que provoca.

Existen dos tipos de parálisis facial. Por un lado estaría la primaria, también conocida como ‘parálisis de Bell’, que en un 99% de los casos afecta únicamente a un lado de la cara, y de la cual no se conocen las causas. El otro tipo es la secundaria, de mucha menor frecuencia, y cuya aparición suele ser un síntoma del desarrollo de otra enfermedad, un accidente cerebrovascular o de tumores y cánceres, o un traumatismo al nacer.