Pérdida de estatura en la mediana edad asociada a más riesgo de muerte

La estatura de las personas comienzan disminuir cuando llegan a los 50 años, un proceso que se acelera a partir de los 70; esta pérdida de altura normalmente se produce por el encogimiento de sus discos intervertebrales, por fracturas de compresión en la columna vertebral y por cambios en la postura. Pero aunque cierto grado de disminución de la estatura se deba al envejecimiento natural, estudios previos sugieren que también podría estar asociado con un incremento del riesgo de muerte por enfermedad cardíaca.

Una investigación, que se ha publicado en BMJ Open ha encontrado ahora que las mujeres que experimentan una mayor pérdida de altura durante la mediana edad pueden tener un mayor riesgo de muerte, sobre todo a causa de enfermedades cardiovasculares como un ictus. En el estudio se analizaron los datos de 2.406 mujeres que habían nacido entre 1908 y 1952 en Suecia y Dinamarca y participaron en estudios a largo plazo realizados en esos países.

Una mayor pérdida de estatura se asoció con más del doble de probabilidades de muerte a causa de enfermedad cardiovascular

Las mediciones de su estatura se llevaron a cabo al comienzo del estudio, cuando las mujeres tenían entre 30 y 60 años (dos tercios tenían entre 38 y 52) y de nuevo entre 10 y 13 años después. A partir de ese momento se hizo un seguimiento de los fallecimientos durante otros 17 a 19 años. Las mujeres perdieron un promedio de 0,8 cm de altura entre la primera y la segunda medición, pero la disminución osciló entre 0 y 14 cm. Durante el periodo completo de monitorización de 19 años murieron 625 mujeres, 157 debido a enfermedades cardiovasculares –incluyendo 37 por ictus– y otras 362 por otras causas.

La práctica de ejercicio físico redujo la pérdida de estatura

Cada centímetro de pérdida de estatura entre ambas mediciones se asoció con un 14% y un 21% más probabilidades de morir por cualquier causa entre las mujeres suecas y danesas, respectivamente, después de ajustar otros potenciales factores de influencia. La mayor pérdida de altura, que se estableció en más de 2 cm, se asoció con un 74% y un 80% más probabilidades de muerte, respectivamente, entre ambos grupos de mujeres.

La pérdida de estatura en la mediana edad “es un marcador de riesgo para una mortalidad temprana en las mujeres del norte de Europa”

Los análisis combinados de los datos mostraron que una mayor pérdida de estatura se asoció con más del doble de probabilidades de muerte a causa de ictus y todos los tipos de enfermedad cardiovascular y con un 71% más probabilidades de muerte por cualquier otra causa. Según la Dra. Sofia Klingberg de la Universidad de Gotemburgo y coautora de la investigación: “La pérdida de estatura probablemente no sea un factor de riesgo per se, sino más bien un marcador de otras causas verdaderas”.

Los investigadores también descubrieron que las mujeres que practicaban actividad física regular y de alta intensidad durante su tiempo libre presentaban una menor pérdida de estatura independientemente de su edad. “La actividad física intensa probablemente esté relacionada con la reducción de la pérdida de altura, tanto a través de la reducción de la pérdida ósea relacionada con la edad, como a través del aumento de la fuerza muscular y una postura más erguida”, ha explicado Klingberg.

Aunque se trata de un estudio observacional, en vista de los hallazgos los investigadores concluyen que la pérdida de estatura en la mediana edad “es un marcador de riesgo para una mortalidad temprana en las mujeres del norte de Europa”, por lo que los resultados “sugieren la necesidad de prestar atención a la pérdida de altura para identificar a los individuos con un mayor riesgo cardiovascular, y que la práctica regular de ejercicio físico puede ser beneficiosa no solo para prevenir estas enfermedades, sino también para prevenir la reducción de la estatura”.