Plantar más árboles podría reducir las muertes por calor en ciudades
01/02/2023
La ola de calor que sufrimos este verano en España provocó que miles de personas fallecieran en nuestro país, ya que parte del exceso de muertes registradas se atribuyó a las altas temperaturas. No es la primera vez que ocurre algo así, y los expertos advierten que esto se repetirá cada vez con más frecuencia debido al calentamiento global asociado al cambio climático.
Es urgente, por lo tanto, adoptar medidas que ayuden a prevenir los riesgos para la salud que conlleva el cambio climático. Ahora, un nuevo estudio ha encontrado que la tercera parte de las muertes prematuras que se atribuyeron a las excesivas temperaturas en las ciudades europeas durante el verano de 2015 se podrían haber evitado incrementando un 30% la cantidad de árboles en estas urbes y que, de hecho, la cubierta arbórea disminuyó un promedio de 0,4 grados las temperaturas durante el verano.
En las ciudades las temperaturas son más elevadas que en el campo que las rodea, lo que se suele conocer como ‘islas de calor urbano’, una diferencia de temperatura que se debe a la modificación de los paisajes por la actividad humana que ha eliminado la vegetación, ha añadido asfalto al suelo y ha construido edificios con materiales que absorben y atrapan el calor. Las emisiones de gases de efecto invernadero contribuyen al cambio climático y al calentamiento global, y está previsto que sigan aumentando las temperaturas en las ciudades y las olas de calor se vuelvan más intensas y prolongadas, por lo que es necesario que las ciudades se adapten para mejorar la salud de su población.
“Los resultados sugieren grandes impactos en la mortalidad debido a las temperaturas más altas en las ciudades, que podrían reducirse aumentando la cobertura de árboles para ayudar a enfriar los entornos urbanos”
“Ya sabemos que las altas temperaturas en entornos urbanos se asocian con resultados negativos para la salud, como insuficiencia cardiorrespiratoria, hospitalización y muerte prematura. Este estudio es el más grande de su tipo y el primero en analizar específicamente la mortalidad prematura causada por mayores temperaturas en las ciudades y el número de muertes que podrían evitarse aumentando la cubierta arbórea”, ha declarado la autora principal, Tamara Iungman, del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).
La investigadora añade que el objetivo final de este trabajo es aportar información que muestre los beneficios de “integrar estratégicamente la infraestructura verde en la planificación urbana para promover entornos urbanos más sostenibles, resilientes y saludables y contribuir a la adaptación y mitigación del cambio climático”, algo que considera urgente por las fluctuaciones de temperatura cada vez más extremas que se experimentan en Europa. Aunque actualmente el frío provoca más muertes en el continente, se prevé que las enfermedades y muertes relacionadas con el calor supondrán una mayor carga para los sistemas sanitarios en la próxima década.
Espacios verdes y árboles ayudan a enfriar las ciudades
Los autores del estudio estimaron las tasas de mortalidad de los mayores de 20 años que residían en 93 ciudades europeas entre junio y agosto de 2015, lo que incluye a 57 millones de personas. Se recogieron datos sobre las temperaturas diarias rurales y urbanas de cada ciudad, y primero estimaron la mortalidad prematura simulando un escenario hipotético sin isla de calor urbana. En segundo lugar, estimaron cuánto disminuirían las temperaturas si se aumentara la cobertura de árboles hasta el 30%, así como las muertes que se podrían evitar.
Los resultados se han publicado en The Lancet y revelan que en ese periodo de tiempo la temperatura de las ciudades fue en promedio 1,5ºC superior que las zonas de campo que las rodeaban y que 6.700 muertes prematuras en las urbes se podrían atribuir a las elevadas temperaturas, lo que constituye el 4,3% de la mortalidad total estival y el 1,8% de la mortalidad durante todo el año. Una de cada tres de estas muertes (2.644 en total) se podría haber evitado con un aumento del 30% de la cubierta arbórea, que habría disminuido el calor. Esto corresponde al 39,5% de todas las muertes atribuibles a temperaturas urbanas más altas, el 1,8% de todas las muertes de verano y el 0,4% de las muertes durante todo el año.
Estos hallazgos apoyan la idea de que los árboles urbanos proporcionan significativos beneficios ambientales y de salud pública, pero los investigadores reconocen que plantar más árboles en las ciudades debe ir en combinación con otras medidas destinadas a maximizar la reducción de la temperatura urbana, como cambiar los materiales de la superficie del suelo para que la temperatura baje por la noche, y son conscientes de que cumplir el objetivo del 30% de cobertura arbórea puede ser un gran reto para algunas ciudades por su diseño. Actualmente, la cobertura arbórea promedio de las ciudades en Europa es del 14,9%.
“Nuestros resultados sugieren grandes impactos en la mortalidad debido a las temperaturas más altas en las ciudades, y que estos impactos podrían reducirse parcialmente aumentando la cobertura de árboles para ayudar a enfriar los entornos urbanos. Alentamos a los planificadores urbanos y a los responsables de la toma de decisiones a incorporar la infraestructura verde urbana adaptada a cada entorno local mientras se combina con otras intervenciones para maximizar los beneficios para la salud y promover ciudades más sostenibles y resilientes, especialmente porque ya sabemos que los espacios verdes pueden tener beneficios adicionales para la salud, como reducir las enfermedades cardiovasculares, la demencia y la mala salud mental, mejorar el funcionamiento cognitivo de niños y ancianos, y mejorar la salud de los bebés”, ha explicado el coautor del estudio Mark Nieuwenhuijsen, Director de Planificación Urbana, Medio Ambiente y Salud del Instituto de Salud Global de Barcelona.
Actualizado: 2 de febrero de 2023