Por qué nos sentimos más cansados desde que empezó la cuarentena
17/04/2020
Prácticamente la mitad del planeta se encuentra confinada en sus hogares debido a la rápida propagación del COVID-19. No poder salir de casa ha hecho que las rutinas y hábitos diarios hayan cambiado casi por completo, lo que ha podido alterar la calidad de nuestro descanso e incluso hacernos sentir cansados sin saber muy bien por qué, pues hemos reducido drásticamente nuestra actividad.
Este cansancio sin hacer nada puede estar relacionado con la carga mental provocada por el confinamiento y no con la carga física como suele ocurrir en condiciones normales. Y es que la fatiga puede aparecer cuando hacemos ejercicio físico, pero también cuando estamos sometidos a unos niveles altos de estrés o ansiedad, como así lo han demostrado investigaciones anteriores como la realizada por la Universidad de Leipzig, publicada en la revista BMC.
Los propios Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) indican que el brote de COVID-19 puede ser estresante para algunas personas, pues la ansiedad y el temor ante la enfermedad –y al tiempo que se va a estar sin poder salir de casa– pueden generar agobio y provocar emociones fuertes en adultos y en niños. Todo esto puede que hacer que el cerebro libere la hormona cortisol que mantiene el organismo alerta y en modo defensa, lo que nos acaba debilitando a la larga por la tensión acumulada a lo largo del día.
La mente saturada también causa fatiga
La monotonía de no poder salir de casa, la preocupación por la pandemia y por la salud propia y de los familiares, y el bombardeo masivo de información a todas horas sobre el coronavirus puede estar haciendo que nuestra mente se sature y se sienta cansada, transmitiendo esta sensación al resto del cuerpo.
La sobreinformación sobre el coronavirus, la alteración del sueño y la falta de exposición solar pueden ser algunas de las causas por las que nos sentimos cansados sin hacer nada
Además, hay que tener en cuenta que la exposición al sol se ha reducido, y eso también interfiere en nuestro estado de ánimo y en los ritmos circadianos, que regulan el sueño. Es normal que en los primeros días del confinamiento haya cambios bruscos en los estados de ánimo, pues es un gran cambio que requiere de un proceso de adaptación que puede alargarse incluso meses, sin embargo, al cuarto o quinto día del cambio de rutina todo comienza a ser más estable, lo que no quita que pueda haber días de melancolía y tristeza.
Si quieres evitar que estar en casa te haga estar cansado es importante lidiar con todas estas emociones que provoca el estar confinado en casa. Desde los CDC y el Colegio Oficial de Psicología de Madrid nos brindan algunos consejos para ello:
Actualizado: 4 de mayo de 2023