Tener hábitos saludables reduce un 49% el riesgo de COVID persistente

Las mujeres con un buen estilo de vida, que mantienen un peso corporal adecuado, duermen lo suficiente y hacen ejercicio tienen un 49% menos riesgo de desarrollar COVID persistente que aquellas sin hábitos saludables.
Mujer estirándose en la cama

07/02/2023

Un estilo de vida saludable ayuda a prevenir enfermedades y aumenta la esperanza de vida pero, además, también influye en cómo nos afecta la infección por coronavirus SARS-CoV-2, ya que una nueva investigación, liderada por investigadores de la Harvard TH Chan School of Public Health, ha encontrado que las mujeres que toman alimentos de calidad, realizan ejercicio físico con regularidad, duermen bien, mantienen un peso adecuado, no fuman y consumen alcohol con moderación tienen casi la mitad de riesgo de sufrir COVID persistente en comparación con aquellas sin ningún hábito de vida saludable.

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Se estima que alrededor de 17 millones de personas que residen en los 53 países de la región europea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han visto afectadas por COVID persistente, caracterizado por síntomas como cansancio, dolores musculares, dificultades para respirar o alteraciones cognitivas, entre otros, cuatro semanas o más después de la infección inicial.

“Con las oleadas continuas de COVID-19, la larga duración de la enfermedad ha creado una grave carga para la salud pública. Nuestros hallazgos plantean la posibilidad de que adoptar comportamientos más saludables pueda reducir el riesgo de desarrollar un COVID prolongado”, ha declarado Andrea Roberts, científica del Departamento de Salud Ambiental y autora principal del trabajo, que se acaba de publicar en JAMA Internal Medicine.

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Evitar el sobrepeso y dormir bien previene el COVID prolongado

Los autores de la investigación analizaron los datos de más de 32.000 enfermeras que participaron en el Estudio de Salud de Enfermeras II y proporcionaron información sobre su estilo de vida en 2015 y 2017, así como los casos de infección por coronavirus desde abril de 2020 hasta noviembre de 2021.

“Los hallazgos de este estudio sugieren que los cambios simples en el estilo de vida, como dormir lo suficiente, pueden ser beneficiosos para la prevención de la COVID prolongada”

Durante el periodo de estudio, más de 1.900 participantes contrajeron COVID-19 y, de ellas, el 44% desarrolló COVID persistente. En comparación con las mujeres sin ningún factor de estilo de vida saludable, aquellas con cinco o seis tenían un riesgo 49% menor de COVID prolongado. De entre los seis aspectos del estilo de vida más vinculados a un menor riesgo de COVID persistente aquellos en los que se encontró una mayor relación fueron: mantener un peso corporal saludable y dormir lo suficiente (de siete a nueve horas diarias).

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Los investigadores comprobaron también que, incluso entre las mujeres que sufrieron COVID durante mucho tiempo, aquellas que tenían un estilo de vida más saludable antes de infectarse tenían un 30% menos riesgo de tener síntomas que interfirieran con su vida diaria. Para explicar las asociaciones que encontraron, estos científicos señalan que en estudios previos se había observado que un estilo de vida poco saludable se asociaba a un mayor riesgo de inflamación crónica y desregulación inmunitaria, que se han relacionado con un mayor riesgo de COVID prolongado.

“En las últimas décadas, los científicos han acumulado evidencia de que un estilo de vida saludable es bueno para la salud en general. Sin embargo, en los Estados Unidos, por ejemplo, el 70% de la población no tiene un peso corporal saludable y el 30% no duerme lo suficiente. Los hallazgos de este estudio sugieren que los cambios simples en el estilo de vida, como dormir lo suficiente, pueden ser beneficiosos para la prevención de la COVID prolongada”, ha afirmado la autora principal Siwen Wang, investigadora del Departamento de Nutrición.

Actualizado: 2 de marzo de 2023

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