Un insecticida agrícola común relacionado con hiperactividad y autismo
03/07/2020
Los insecticidas agrícolas han provocado en los últimos años un gran debate en cuanto a los posibles riesgos que tiene para la salud la exposición a los mismos. Un grupo de investigadores de la Universidad Rovira i Virgili (URV) y de la Universidad de Almería han encontrado evidencias científicas de los efectos neurotóxicos del clorpirifós (CPF), uno de los plaguicidas más usados en la agricultura mundial.
El estudio, publicado en la revista Toxicología Alimentaria y Química, analizó los efectos en la conducta derivados de la exposición al clorpirifós, uno de los insecticidas más cuestionados. Al parecer, han encontrado que estar en contacto con este producto químico podría causar repercusiones neurotóxicas, como autismo, hiperactividad, un mayor riesgo de desarrollar una adicción y efectos nocivos sobre la memoria y el aprendizaje.
La exposición al clorpirifós provocó más actividad motora, menos motricidad y más impulsividad, relacionados con hiperactividad, párkinson y autismo, respectivamente
Para llegar a estas conclusiones realizaron prueas en ratas y ratones recién nacidos, que fueron expuestos al clorpirifós en dosis bajas. Los resultados mostraron un aumento de la actividad motora en la adolescencia –relacionado con el trastorno por déficit de atención e hiperactividad–, una reducción progresiva de la motricidad con la edad –que podría asociarse a enfermedades como el párkinson–, y un incremento de las respuestas impulsivas, que se relacionan con patologías como las adicciones o el autismo.
El clorpirifós también altera la microbiota intestinal
Otro de los hallazgos encontrado gracias a los estudios neuropsicofarmacológicos fue que la exposición al clorpirifós alteró uno de los principales sistemas de neurotransmisión que tiene el sistema nervioso central, el colinérgico. Este detalle podría estar relacionado con la aparición del alzhéimer. Además, la microbiota intestinal, los metabolitos en sangre y algunas áreas del cerebro sufrieron modificaciones que podrían provocar futuros problemas de salud.
El clorpirifós es un insecticida que se utiliza en los terrenos agrícolas de Europa y Estados Unidos, no obstante, algunos países como Tailandia han prohibido su utilización por considerarlo nocivo para la salud. Se necesita realizar más pruebas, especialmente en humanos, para concretar los efectos de este químico en la salud de las personas.
Actualizado: 5 de mayo de 2023