Usan veneno de avispa para combatir bacterias multirresistentes
14/10/2020
Un antibiótico sintético elaborado con veneno de avispa puede combatir eficazmente infecciones provocadas por bacterias multirresistentes. La capacidad de este producto es similar a la de los mejores antibióticos empleados actualmente en hospitales, como la gentamicina y el imipenem, y según ha afirmado el biotecnólogo español César de la Fuente, que ha liderado el estudio que ha demostrado su eficacia, el nuevo medicamento ha conseguido que el 80% de los ratones tratados sobreviviera a una infección letal que hubiera acabado con todos ellos en solo una semana.
El método que se ha probado en esta investigación, publicada en PNAS, ya fue patentado y consiste en reprogramar las moléculas del veneno de este insecto para que no sean tóxicas para los seres humanos, y en el caso de que sus resultados se confirmen en las personas pueden contribuir a combatir numerosas enfermedades infecciosas y a salvar millones de vidas. De hecho, en España mueren cada año más de 35.000 personas a consecuencia de infecciones originadas por bacterias multirresistentes.
A nivel global el número de fallecidos al año por la falta de antibióticos eficaces y seguros contra estos patógenos alcanza los 700.000, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en 2050 morirán unos 10 millones de personas en el mundo si no se descubren nuevos medicamentos que permitan tratar las infecciones resistentes a fármacos, que se convertirán en la primera causa de muerte por enfermedad.
Un veneno muy tóxico convertido en un potente antibacteriano
César de la Fuente, que es profesor de la Universidad de Pensilvania, ha explicado que “las bacterias han desarrollado mecanismos para sobrevivir e inactivar a los antibióticos que tenemos en los hospitales y en las farmacias”, y ha añadido que
las bacterias evolucionan muy rápido, se dividen cada 20 minutos y esto les permite adaptarse a nuevas situaciones como, por ejemplo, sobrevivir a la exposición a los antibióticos.
Los investigadores utilizaron el veneno de la avispa denominada Vespula lewisii, que ya se conocía, pero no se había podido usar debido a su gran toxicidad. Por ello se propusieron reprogramar las moléculas de este compuesto para poderlo utilizar como una medicina. Durante el proceso de reprogramación molecular realizaron un estudio computacional para identificar la secuencia patrón de la doble actividad del veneno: antimicrobiana –porque es capaz de eliminar las bacterias o frenar su crecimiento–, e inmunomoduladora, porque estimula el sistema inmunitario, y de esta forma ayuda al cuerpo a luchar contra la enfermedad.
El veneno reprogramado cuenta con otra importante ventaja y es que tiene propiedades antiinflamatorias. Esto según De la Fuente es relevante porque en las infecciones se producen respuestas de tipo inflamatorio que en muchos casos desencadenan situaciones de gravedad que pueden causar la muerte del paciente, y han descubierto que el veneno de avispa también puede reducir las respuestas inflamatorias agudas.
Tras patentar la técnica, sus creadores tienen la intención de iniciar la fase preclínica de ensayos con seres humanos. Es la primera vez que se usa veneno de animales para producir antibióticos, pero aunque el proceso para comprobar su seguridad y eficacia en las personas será lento, si sus resultados son buenos se convertirá en una gran contribución al desarrollo de nuevos medicamentos antibacterianos.
Actualizado: 5 de mayo de 2023