59,7 millones de latinoamericanos y caribeños pasaron hambre en 2020
01/12/2021
América Latina y el Caribe es la región en la que más se ha incrementado el hambre entre 2019 y 2020 –un 30%–, según muestra el nuevo informe de la ONU ‘Panorama Regional de Seguridad Alimentaria y la Nutrición 2021: Estadísticas y Tendencias’. En concreto, el número de personas en esta situación ha aumentado en 13,8 millones, alcanzando la cifra récord de 59,7 millones. La prevalencia del hambre en América Latina y el Caribe es actualmente del 9,1%, la más elevada de los últimos 15 años, aunque se encuentra por debajo del promedio mundial de 9,9%.
Entre las principales causas de la hambruna destaca el impacto que ha tenido la pandemia por COVID-19 en esta zona del planeta, ya que ha reducido significativamente los ingresos de millones de personas, aunque no es la única razón porque en los últimos seis años ya se venía produciendo un aumento en las cifras del hambre.
Según Rossana Polastri, directora para la región del Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), ha asegurado que aunque la crisis sanitaria ha agravado el problema, este se arrastra desde 2014 y es necesario que los Gobiernos adopten medidas urgentes para solucionarlo. “Debemos corregir las vulnerabilidades profundas de nuestros sistemas alimentarios, hacerlos más inclusivos y sostenibles y asegurarnos de que brinden bienestar a las personas que alimentan a nuestras sociedades”, explica.
El número de personas que se han quedado sin alimentos o han pasado un día o más sin comer es de 92,8 millones de personas, una cifra que se ha duplicado en 6 años
El representante regional de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), Julio Berdegué, también ha incidido en la gravedad de la situación, ya que entre 2014 y 2020 se ha producido un incremento de casi el 79% en la cantidad de personas que pasan hambre, y ha declarado: “Debemos decirlo fuerte y claro: América Latina y el Caribe enfrenta una situación crítica en términos de su seguridad alimentaria”, dijo Berdegué.
El 25% de la población padece inseguridad alimentaria
El informe revela que entre 2019 y 2020, Mesoamérica –una zona que incluye la mitad meridional de México, los territorios de Guatemala, El Salvador, Belice, Honduras, el occidente de Nicaragua y Costa Rica– presentó el mayor incremento de esta lacra, con 19 millones de personas padeciendo hambre, lo que indica una prevalencia de 10,6%. El Caribe, por su parte, muestra la prevalencia más alta a nivel regional: un 16,1% (siete millones de personas). En América del Sur el hambre afecta a 33,7 millones de personas, el 7,8% de la población.
Además, la inseguridad alimentaria afecta al 41% de la población de la región y tuvo un impacto moderado o grave en un total de 267 millones de personas –el 25% de la población– durante 2020, lo que significa 60 millones de personas y nueve puntos porcentuales más que en 2019 y supone el mayor incremento del mundo a nivel regional. Sudamérica fue la subregión donde más aumentó la inseguridad alimentaria: 20,5% de 2014 a 2020. En Mesoamérica el crecimiento fue de 7,3 puntos porcentuales durante el mismo periodo.
“Si queremos acabar con el hambre tenemos que transformar nuestros sistemas agrícolas y alimentarios para brindar dietas saludables para todos y no dejar a nadie atrás”
Y lo peor es que la prevalencia de la inseguridad alimentaria grave (personas que se han quedado sin alimentos o han pasado un día o más sin comer) llegó al 14% en 2020 –92,8 millones de personas–, mientras que en 2014 afectaba a 47,6 millones de personas. La inseguridad alimentaria ha afectado más a las mujeres de la región que a los hombres, y la brecha entre ambos sexos también se ha agrandado en 2020, año en el que un 41,8% de las mujeres sufrieron inseguridad alimentaria moderada o grave, en comparación con el 32,2% por ciento de los varones. Esta disparidad ha aumentado de manera drástica entre 2019 y 2020, pasando del 6,4% al 9,6% en este periodo.
La obesidad y el sobrepeso también son formas de malnutrición
En esta zona del mundo se da una paradoja, y es que América Latina y el Caribe también tienen un problema creciente de obesidad, una enfermedad que padece uno de cada cuatro adultos de la región, alrededor de 106 millones de personas. A este respecto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha recordado que obesidad y sobrepeso son también formas de malnutrición con consecuencias muy negativas para la salud pública. Entre 2000 y 2016, la obesidad aumentó un 9,5% en el Caribe, un 8,2% en Mesoamérica y un 7,2% en Sudamérica.
El sobrepeso infantil también es alarmante, según la OPS, ya que en 2020 afectó a unos 3,9 millones de niños en la región, casi dos puntos por encima del promedio mundial y el 7,5% de los menores de cinco años presenta sobrepeso. Los datos por subregiones señalan que América del Sur tiene la mayor prevalencia de sobrepeso infantil, con 8,2%, seguida por el Caribe con el 6,6% y Mesoamérica con el 6,3%.
Y el que el COVID-19 ha provocado un agravamiento de la malnutrición que ya existía, según ha manifestado el Fondo de la ONU para la Infancia, en América Latina y el Caribe, y ahora las familias tienen más problemas para acceder a los alimentos saludables, y esto hace que mientras muchos niños y niñas pasan hambre, otros padezcan sobrepeso.
“Para que crezcan sanos, debemos asegurarnos de que todas las familias tengan acceso a alimentos nutritivos y asequibles”, ha afirmado Jean Gough, director regional de UNICEF. “Seguimos perdiendo la batalla contra todas las formas de malnutrición y estamos lejos de poder garantizar una nutrición saludable para toda la población. Si queremos acabar con el hambre y brindar bienestar y vidas saludables a las personas de la región, tenemos que transformar nuestros sistemas agrícolas y alimentarios para brindar dietas saludables para todos y no dejar a nadie atrás”, ha subrayado Carissa F Etienne, directora de la OPS.
Las agencias de las Naciones Unidas han pedido a los países de la región que adopten medidas urgentes para frenar el aumento del hambre, la inseguridad alimentaria y la malnutrición en todas sus formas. “Este informe nos muestra una cruda realidad que debemos enfrentar de lleno para mitigar la situación de la población más vulnerable. Al expandir los sistemas nacionales de protección social, por ejemplo, los gobiernos pueden llegar a los más necesitados con asistencia para ayudarlos a superar estos tiempos difíciles”, ha concluido Lola Castro, Directora Regional del PMA para América Latina y el Caribe.
Fuente: Organización de las Naciones Unidas (ONU)
Actualizado: 5 de mayo de 2023