Abusar de los azúcares añadidos eleva el riesgo de cálculos renales

Demuestran que un elevado consumo de azúcares añadidos –y especialmente obtener más del 25% de la energía total diaria de estos productos– se relaciona de forma significativa con más probabilidades de desarrollar cálculos renales.
Bebida azucarada

04/08/2023

Los cálculos renales –popularmente conocidos como piedras en el riñón– son la principal causa del cólico nefrítico, que se manifiesta con un intenso dolor que se inicia en la zona lumbar y se extiende hacia la fosa iliaca, las ingles y los genitales, y que suele acompañarse de náuseas, vómitos, fiebre y sangre en la orina. Los factores de riesgo que se sabe que pueden contribuir al desarrollo de cálculos renales son la obesidad, la diarrea crónica, la deshidratación y padecer enfermedad inflamatoria intestinal, diabetes o gota.

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Ahora, un nuevo estudio ha encontrado que un elevado consumo de azúcares añadidos puede aumentar el riesgo de tener cálculos renales. Este hallazgo es importante porque muchos alimentos procesados contienen azúcares añadidos, pero también están presentes en otros productos habituales en la dieta de muchas personas como los refrescos, las bebidas de frutas, o las galletas, pasteles, bizcochos o helados endulzados con azúcar.

“El nuestro es el primer estudio que informa sobre una asociación entre el consumo de azúcar añadido y los cálculos renales”, ha declarado el autor principal, el Dr. Shan Yin, investigador del Hospital Afiliado del Colegio Médico del Norte de Sichuan, Nanchong, China, que añade: “Sugiere que limitar la ingesta de azúcar agregada puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales”. Los resultados se han publicado en Frontiers in Nutrition.

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Asociación positiva entre azúcares añadidos y cálculos renales

Los investigadores analizaron datos de 28.303 mujeres y hombres adultos, que se habían recogido entre 2007 y 2018 para la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición de EE.UU. (NHANES). Estos individuos habían indicado si tenían antecedentes de cálculos renales, y la ingesta diaria de azúcares añadidos de cada uno se estimó a partir de su recuerdo de su consumo más reciente de alimentos y bebidas, en dos ocasiones: una durante una entrevista cara a cara y otra en una entrevista telefónica entre tres y 10 días después. Por ejemplo, se preguntó a los participantes si habían ingerido jarabes, miel, dextrosa, fructosa o azúcar pura durante las últimas 24 horas.

Los participantes que obtuvieron más del 25% de su energía total de los azúcares añadidos tuvieron un 88% más probabilidades de desarrollar cálculos renales

A cada participante se le asignó también una puntuación del índice de alimentación saludable (HEI-2015), que resume su dieta en términos de la idoneidad de los componentes beneficiosos de su alimentación, como frutas, verduras y granos integrales, y la limitación de alimentos potencialmente perjudiciales, como granos refinados, sodio y grasas saturadas.

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Los investigadores ajustaron las probabilidades de desarrollar cálculos renales por año durante el ensayo para una variedad de factores de riesgo, que incluyeron el sexo, la edad, raza o etnia, los ingresos económicos, el índice de masa corporal, el puntaje HEI-2015, el tabaquismo y los antecedentes de diabetes.

Al comienzo del estudio, los participantes con un mayor consumo de azúcar añadida tendían a tener una prevalencia actual más alta de cálculos renales, una puntuación HEI más baja y un menor nivel educativo. La ingesta media global de azúcares añadidos fue de 272,1 calorías al día, lo que corresponde al 13,2% de la ingesta energética diaria total.

Los investigadores comprobaron que, tras ajustar estos factores, el porcentaje de ingesta de energía de los azúcares añadidos se correlacionó de forma positiva y consistente con los cálculos renales. Por ejemplo, los participantes cuya ingesta de azúcares añadidos estaba entre el 25% más alto de la población tenían un 39% más probabilidades de desarrollar cálculos renales a lo largo del estudio. Además, aquellos que obtuvieron más del 25% de su energía total de los azúcares añadidos tuvieron un 88% más probabilidades de sufrir este problema de salud que aquellos que obtuvieron menos del 5% de su energía total de los azúcares añadidos.

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Este es un estudio observacional y Yin ha advertido que “se necesitan más estudios para explorar en detalle la asociación entre el azúcar añadido y varias enfermedades o condiciones patológicas”. “Por ejemplo, ¿qué tipos de cálculos renales están más asociados con la ingesta de azúcar añadida? ¿Cuánto debemos reducir nuestro consumo de azúcares añadidos para reducir el riesgo de formación de cálculos renales? Sin embargo, nuestros hallazgos ya ofrecen información valiosa para los responsables de la toma de decisiones”.

Actualizado: 4 de agosto de 2023

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