Abusar del consumo de sal incrementa el riesgo de diabetes tipo 2

Una ingesta excesiva de sal aumenta significativamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y diabetes autoinmune latente en adultos, sobre todo en individuos predispuestos genéticamente, según revela un nuevo estudio.
Abusar del consumo de sal incrementa el riesgo de diabetes tipo 2

El sodio de la sal podría influir sobre la resistencia a la insulina, provocando diabetes tipo 2.

El consumo de sodio, un mineral cuya principal fuente dietética es la sal, ha sido asociado con un aumento del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y diabetes autoinmune latente en adultos (LADA) –un tipo de diabetes tipo 1 que se desarrolla lentamente, y en la que las células encargadas de producir insulina en el páncreas son eliminadas por el propio sistema inmune del paciente– en un estudio que se ha presentado en la reunión anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD) celebrada en Lisboa (Portugal).

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En investigaciones previas ya se había observado que la ingesta excesiva de sal (que contiene un 40% de sodio) podría incrementar el riesgo de diabetes tipo 2 (DT2), y habían atribuido el problema a que el sodio podría influir sobre la resistencia a la insulina, o facilitar la aparición de hipertensión o el aumento de peso. El objetivo del nuevo trabajo, llevado a cabo por el doctor Bahareh Rasouli, del Instituto de Medicina Ambiental del Karolinska Institutet de Estocolmo (Suecia), era averiguar la posible relación entre el consumo de sodio y el riesgo de desarrollar DT2 o LADA.

Por cada gramo adicional de sodio (que equivale a 2,5 g de sal) el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 era un 58% más elevado

Los investigadores emplearon los datos de un estudio poblacional sueco que evaluaba factores de riesgo para desarrollar DT2 y LADA, y comparó a los 1.136 y 355 casos, respectivamente, de cada una de estas enfermedades, con 1.379 personas sanas que sirvieron como grupo control. Los hábitos dietéticos de los participantes se registraron en cuestionarios, que se usaron para calcular su ingesta diaria de nutrientes, calorías y sodio.

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Consumo de sal e influencia genética

Para ajustar los resultados lo más posible, los autores del estudio tuvieron en cuenta tanto los factores de riesgo –sexo, edad, índice de masa corporal, actividad física, consumo de alcohol y tabaco, antecedentes familiares de diabetes…– que podrían alterarlos, como la influencia de la genética, por lo que dividieron a los pacientes como de 'alto riesgo' u 'otro', según su genotipo HLA. También se les dividió en tres grupos atendiendo a su consumo de sodio: bajo (2,4 g), medio (2,4-3,15 g), y alto (3,15 g).

Los hallazgos revelaron que por cada gramo adicional de sodio (que equivale a 2,5 g de sal) que se ingería, el riesgo de desarrollar DT2 era un 58% más elevado, en comparación con el consumo más bajo de este mineral. El consumo de sodio tuvo un mayor efecto todavía con respecto a las probabilidades de desarrollar LADA, ya que cada gramo de sodio adicional al día se asoció con un 73% más riesgo de padecer esta enfermedad. De hecho, en el caso de los pacientes con genotipos HLA de alto riesgo y cuya ingesta de sodio se consideró alta (más de 3,15 g/día, equivalente a más de 7,9 gramos de sal), su probabilidad de desarrollar la enfermedad era de casi cuatro veces más que los que consumieron la menor cantidad (menos de 2,4 g de sodio al día, o menos de 6 g de sal).

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Los investigadores han propuesto que se tenga en cuenta la asociación entre el consumo de sodio y el desarrollo de diabetes tipo 2, con especial atención cuando se trate de personas portadoras de genotipos HLA de alto riesgo, ya que los resultados del estudio sugieren que una intervención dietética podría contribuir a la prevención primaria de la diabetes que aparece en la etapa adulta.

Actualizado: 29 de noviembre de 2017

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