Así cumplen los supermercados españoles las medidas anti COVID-19

Los supermercados son uno de los establecimientos que difícilmente se puede evitar visitar durante la epidemia de COVID-19 –a no ser que se opte por la compra online–; es por ello que han tenido que moverse rápido, incluso desde el estado de alarma, para ofrecer unas instalaciones lo más seguras posible tanto para los compradores como para sus trabajadores. Estas medidas de seguridad han sido analizadas por un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), para el cual han visitados 1.000 establecimientos de diferentes tamaños repartidos por España.

Las visitas por parte de los investigadores a estos supermercados, entre los que se incluían Mercadona, Eroski, Lidl, Día, Lupa, Carrefour, Alimerka o BM, entre otros, se hicieron poco después de levantarse el estado de alarma. Los resultados han sido, en la mayoría de los establecimientos, bastante satisfactorios, sin embargo, desde la organización indican que podrían mejorarse, sobre todo en el interior, donde puede haber alimentos y envases contaminados.

En el 94% de los supermercados había una mampara entre cajero y cliente, pero en el 60% de los establecimientos no se controlaba el aforo, lo que supone un mayor riesgo de contagio de COVID-19

Para analizar la seguridad de estas tiendas de alimentación se examinó que cumpliesen algunas medidas frente al SARS-CoV-2, como proporcionar gel hidroalcohólico en la entrada y en el interior, indicador y control del aforo máximo, dispensadores de guantes en la puerta de la tienda, indicadores de distancia mínima entre clientes en el recinto y en las colas de las cajas, si se habían instalado mamparas entre el personal encargado del cobro y los clientes, y si los empleados llevaban correctamente puesta la mascarilla.

El 93% de los supermercados ofrece gel hidroalcohólico en la entrada

De los más de 1.000 supermercados que han visitado los investigadores, el 93% proporcionaban gel hidroalcohólico a sus clientes en la entrada, el 70% indicaba en el suelo la distancia de seguridad recomendada entre personas y un 66% ofrecía guantes de plástico, similares a los que ocupaban la zona de frutas y verduras antes del coronavirus. Sin embargo, esto último no lo ofreció en ninguna de sus tiendas Carrefour Express, y tampoco había en dos tercios de los supermercados BM y Supercor.

Teniendo en cuenta todos los aspectos valorados en el estudio, los supermercados con los peores datos fueron los de pequeñas dimensiones, como Covirán, Lupa, Superdino e Hiperdino y Carrefour Express; y dentro de las principales cadenas destacó de nuevo negativamente Covirán, pues solo un 75% de los establecimientos de esta marca contaba con personal con mascarilla, no disponían de mamparas en las cajas y solo encontraron gel hidroalcohólico en la mitad de ellos.

Entre los datos positivos la OCU también destaca que en el 94% de los supermercados había una pantalla protectora o mampara entre el cliente y el cajero y en el 98% de los casos los trabajadores llevaban la mascarilla puesta, aunque en este caso recalcan que debería haber sido el 100%, pues es estrictamente obligatorio su uso.

La OCU ha destacado que lo que más les preocupó de los hallazgos del estudio es que en el 40% de los supermercados no existía ningún control de aforo, ni señalizado, ni vigilado por un trabajador, unos datos especialmente negativos en Alimerka y Covirán. Además, solo encontraron gel hidroalcohólico en los pasillos del 24% de los establecimientos, y en el caso de las grandes superficies de principales cadenas de supermercados como Carrefour, Alcampo, Eroski o Hipercor, solo en un 40% había dispensadores de este producto distribuidos por el recinto, una cifra que apenas llegaba al 20% en Lidl, Mercadona o Aldi.