Cada cuánto tiempo debes cambiar la esponja de la cocina
22/08/2017
Las cocinas son un foco de gérmenes, y las esponjas para lavar los platos son el segundo objeto que más microbios contiene en esta estancia, detrás de los desagües. Así lo ha afirmado un curioso estudio realizado por el Instituto de Medicina de Precisión de la Universidad de Furtwangen y Justus Liebig University Giessen, en Alemania, que afirma que la cantidad de bacterias que se encuentran en esta herramienta de limpieza tan habitual se corresponde con siete veces el número de habitantes de la Tierra, o lo que es lo mismo, el equivalente a las que tienen las heces.
Estos datos han sido recabados por un estudio que ha analizados 14 esponjas de cocina con diferentes técnicas. Entre los desagradables habitantes que descubrieron en su interior y exterior se encontraron bacterias como Enterobacter cloacae, Campylobacter, Salmonella, Staphylococcus, Escherichia coli y Moraxella osloensis, que pueden llegar a causan graves infecciones, sobre todo en personas con el sistema inmune debilitado.
Cómo librarse de las bacterias de las esponjas de cocina
Según este estudio, publicado en la revista Scientific Reports, por mucho que se limpien estas esponjas con agua y jabón, o incluso se hiervan, no desaparecen estas bacterias perjudiciales para la salud, sino que, al contrario, se multiplican con mayor rapidez. Especialmente, la Moraxella osloensis, cuyo aumento puede ser el responsable del mal olor que con el uso desprenden los estropajos.
Aunque laves con frecuencia la esponja de cocina, tras varios usos contienen tantas bacterias como las que habitan en las heces
Al contener tantos microorganismos, aunque creamos que estamos limpiando nuestra vajilla o la encimera, lo único que hacemos es esparcir las bacterias por toda la cocina. Esto es lo que se conoce como contaminación cruzada, que aumenta el riesgo de infecciones y se considera una de las principales causas de los brotes de enfermedades causada por alimentos.
Philip Tierno, profesor de Microbiología y Patología de la Universidad de Nueva York, había dado las claves en estudios similares anteriores para poder evitar esos riesgos, apuntado a los lavados diarios con agua y lejía, o a hervirlas en el microondas como los métodos más efectivos para limpiarlas. Sin embargo, los datos apuntados ahora muestran que las esponjas desinfectadas regularmente no contenían menos bacterias que las limpias. Además, esta limpieza especial incluso aumentó la abundancia relativa de algunos de estos microorganismos. Los autores lo explican diciendo que las bacterias resistentes que logran sobrevivir al proceso de saneamiento, rápidamente vuelven a colonizar los nichos liberados por los microbios eliminados, hasta alcanzar una abundancia similar o mayor a la que había antes de limpiar el estropajo.
¿Qué hacemos entonces con nuestro scotch brite? Este nuevo estudio aporta la solución definitiva, y afirma que la mejor manera de evitar esas bacterias y peligros para la salud es reemplazando la esponja de la cocina una vez a la semana.
Actualizado: 9 de abril de 2023