Ciertas dietas ayudarían a prevenir hasta un tercio de los cánceres

Investigadores españoles señalan qué determinadas dietas ayudarían a prevenir hasta un tercio de los cánceres más habituales, y que diseñar dietas personalizadas para pacientes con cáncer puede mejorar la eficacia del tratamiento.
Hombre preparándose la comida a base de vegetales

01/06/2023

Los alimentos que ingerimos influyen decisivamente en nuestro estado de salud y una dieta inadecuada puede contribuir a la aparición de enfermedades, mientras que una buena alimentación es un factor clave para evitar problemas de salud; de hecho, una investigación realizada por científicos españoles ha mostrado que determinados tipos de dieta ayudan a prevenir hasta un tercio de los cánceres más frecuentes.

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Los investigadores, que pertenecen al grupo de Factores de Crecimiento, Nutrientes y Cáncer del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), liderado por Nabil Djouder, han comprobado que la alimentación influye en la incidencia, el crecimiento y el desarrollo del cáncer, y que un tercio de los cánceres más comunes se puede prevenir, al menos en parte, introduciendo cambios en la dieta. “Incorporar las intervenciones dietéticas a las terapias oncológicas abrirá ‘una nueva era’ en el tratamiento del cáncer”, ha afirmado Djouder.

En estudios preclínicos que han empleado la comida como una herramienta contra el cáncer se han obtenido prometedores resultados que, sin embargo, no han llegado a la clínica. Los científicos del CNIO han realizado ahora una revisión sobre el uso de la dieta en el tratamiento contra el cáncer y han llegado a la conclusión de que es fundamental tener en cuenta la dieta en los tratamientos, según explican en un artículo en Trends in Molecular Medicine.

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Restricción calórica, dieta cetogénica y ayuno intermitente

En el nuevo estudio se ha analizado cómo pueden influir ciertos patrones dietéticos en la aparición y desarrollo de los tumores; en concreto: la restricción calórica, la dieta keto o cetogénica y el ayuno intermitente. Los autores han revisado exhaustivamente los estudios preclínicos y los ensayos clínicos recientes o en curso sobre estas dietas, para proporcionar una nueva perspectiva sobre los fundamentos fisiológicos que las respaldan.

“Las dietas pueden apuntar directamente al metabolismo del cáncer, al privar al tumor de los nutrientes que necesita”

Los datos sugieren que el crecimiento de algunos tipos de cáncer puede depender en gran medida de aminoácidos específicos, y que evitar alimentos ricos en estos aminoácidos podría restringir el crecimiento de los tumores. “Las dietas pueden apuntar directamente al metabolismo del cáncer, al privar al tumor de los nutrientes que necesita, o pueden afectar a otros elementos clave para la supervivencia y desarrollo del cáncer, como la señalización del crecimiento, el estrés oxidativo o la inmunidad del paciente”, explica Djouder.

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Obesidad, microbioma, sistema inmunitario y cáncer

Han encontrado, además, que muchas de las vías relacionadas con la proliferación de los tumores están relacionadas con hormonas sensibles a determinados nutrientes, lo que podría explicar la relación entre obesidad y cáncer, como consecuencia de un aumento de la señalización de estrógenos (hormonas) producidos por el tejido adiposo (la grasa).

Los investigadores han revisado también publicaciones que relacionan la flora intestinal con el cáncer. La flora o microbioma intestinal está constituida por la población de microbios presentes en el tracto intestinal y es uno de los principales responsables de la interacción entre los alimentos que consume una persona y su salud.

“Muchos de los efectos oncogénicos que se atribuyen al microbioma intestinal –explica el primer autor del trabajo Carlos Martínez-Garay– están relacionados con la inflamación del tubo digestivo y, de hecho, la presencia de ciertas poblaciones de bacterias está vinculada a la inflamación crónica que se asocia a cánceres gastrointestinales como el de vesícula biliar, conducto biliar y estómago”.

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Las interacciones entre las células cancerosas y la respuesta inmunitaria del paciente es un factor muy importante en el crecimiento tumoral y en la eficacia de las terapias seleccionadas para combatir cada tipo de cáncer, y también en esto influye la alimentación, ya que la mayoría de las células inmunitarias humanas se encuentran en el intestino para establecer una barrera defensiva contra compuestos o patógenos tóxicos que podamos ingerir.

“Ciertos componentes de la dieta pueden provocar importantes respuestas en el sistema inmune –asegura Martínez-Garay– y esto puede provocar una disfunción en nuestras defensas que nos hace más vulnerables a la formación de tumores”.

Dietas personalizadas para potenciar el tratamiento del cáncer

Los investigadores han destacado que es necesario desarrollar la nutrición de precisión, un novedoso enfoque que propone utilizar regímenes dietéticos de forma dirigida para tratar tumores específicos basándose en el metabolismo del tumor y del paciente. Actualmente es posible analizar los tumores en profundidad y clasificarlos en función de su perfil molecular, lo que ha permitido mejorar la eficacia de las terapias para combatirlos.

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“Esto también se puede aplicar a la nutrición si se combinan datos clínicos, exámenes del microbioma, diagnóstico molecular, nutrigenómica y metabolómica para desarrollar regímenes dietéticos específicos destinados a tratar a pacientes oncológicos de manera individualizada. Los estudios preclínicos y ensayos clínicos que hemos revisado muestran los potentes efectos de las intervenciones dietéticas y esto nos hace pensar que llega una nueva era en la terapia contra el cáncer”, concluye Nabil Djouder.

Fuente: Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO)

Actualizado: 1 de junio de 2023

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