Comer muchos alimentos ultraprocesados asociado a más riesgo de cáncer
16/02/2018
Los alimentos ultraprocesados como la bollería industrial, los aperitivos envasados, los refrescos azucarados, los platos precocinados, o las carnes procesadas ya se habían relacionado con más probabilidades de padecer obesidad, hipertensión, o un aumento de los niveles de colesterol y triglicéridos, entre otros problemas de salud; ahora, un nuevo estudio ha asociado su consumo en exceso con un mayor riesgo de desarrollar cáncer en el futuro.
En concreto, los resultados de la investigación, que se ha publicado en British Medical Journal, revelan que un incremento del 10% en la cantidad de alimentos ultraprocesados que se incluyen en la dieta se corresponde con un aumento del 12% en el riesgo general de cáncer, y un 11% más probabilidades de desarrollar cáncer de mama, con independencia de otros factores de riesgo que se sabe que influyen en la aparición del cáncer como la edad, la actividad física, los antecedentes familiares o el hábito de fumar.
En el estudio, que ha durado cinco años, participaron 104.980 adultos franceses sanos, el 78% de los cuales eran mujeres, y que tenían una media de 43 años de edad. Estas personas respondieron al menos dos cuestionarios en los que informaban sobre sus hábitos dietéticos, y que permitieron evaluar su consumo de más de 3.300 productos.
El aumento del consumo de estos productos alimenticios podría conducir a un incremento de las tasas de cáncer en "las próximas décadas"
No todos los alimentos procesados son igual de perjudiciales
El problema es que cada vez es más habitual comer este tipo de alimentos, que se elaboran por procedimientos industriales y se comercializan listos para su consumo, y que contienen aditivos, conservantes y colorantes, además de elevadas cantidades de grasas, sal y azúcares, y aportan muy poca fibra y vitaminas. De hecho, se estima que los ultraprocesados podrían constituir el 50% del total de calorías que ingiere a diario la población de algunos países occidentales.
Sin embargo, los investigadores observaron que no todos los alimentos procesados tenían las mismas consecuencias negativas para la salud. Así, no encontraron que el queso, el pan, las verduras envasadas, o productos muy poco procesados o frescos, incluidos los lácteos, las carnes, las pastas o los pescados, se asociaran con un mayor riesgo de cáncer.
Los autores no quieren ser alarmistas, y han explicado que sus conclusiones se basan en un estudio observacional, del que no se puede inferir una relación “causa y efecto”, pero han añadido que, si se confirman en otros grupos poblacionales y entornos, los resultados sugieren que el aumento del consumo de estos productos alimenticios podría conducir a un incremento de las tasas de cáncer “en las próximas décadas”, y consideran que se debe seguir investigando el impacto que tienen en la salud humana, e identificar los ingredientes concretos u otros factores que no se han tenido en cuenta en este trabajo preliminar, que pueden resultar perjudiciales.
Actualizado: 4 de mayo de 2023