Confirman que tomar estas bayas ayuda a prevenir infecciones urinarias

Beber jugo de arándano es un conocido remedio natural para prevenir las infecciones urinarias y, de hecho, hay suplementos nutricionales elaborados con concentrados de arándanos que están indicados para ello. Sin embargo, existe controversia sobre los beneficios para la salud de los supuestos súper alimentos. Ahora, un nuevo estudio ha encontrado evidencias científicas que muestran que consumir estas bayas o productos que la contienen es eficaz para evitar las infecciones del tracto urinario (ITU).

Investigadores de la Universidad de Flinders y el Hospital de Niños en Westmead, en Australia, han realizado una revisión de los 50 ensayos más recientes sobre el tema en los que habían participado 8.857 personas y han llegado a la conclusión de que el jugo de arándanos y sus suplementos disminuyen una cuarta parte el riesgo de infecciones urinarias de repetición en mujeres, más de la mitad en niños, y alrededor de un 53% en individuos susceptibles a desarrollar ITU tras una intervención médica o quirúrgica. Los hallazgos se han publicado en Cochrane Reviews.

“Este increíble resultado realmente no nos sorprendió, ya que nos enseñan que cuando hay más y mejores pruebas, finalmente se sabrá la verdad. Las infecciones urinarias son horribles y muy comunes; alrededor de un tercio de las mujeres experimentarán una, al igual que muchas personas mayores y también personas con problemas de vejiga por lesión de la médula espinal u otras afecciones”, dice la autora principal del estudio, la Dra. Gabrielle Williams.

Evitar las complicaciones de las infecciones urinarias

La mayoría de las infecciones del tracto urinario se combaten con antibióticos con buenos resultados, pero en algunas personas reaparecen con frecuencia. Además, como advierte la Dra. Jacqueline Stephens, epidemióloga de la Universidad de Flinders y coautora del trabajo, si la ITU no se elimina con un tratamiento eficaz la infección puede llegar a los riñones y provocar complicaciones, incluida la sepsis en casos muy graves.

“Beber arándanos en forma de jugo o tomar cápsulas reducía la cantidad de infecciones urinarias en las mujeres con casos recurrentes, en niños y en personas susceptibles de ITU tras intervenciones como la radioterapia vesical”

La prevención es la mejor manera de reducir riesgos y por ello los profesionales sanitarios empezaron a sugerir a sus pacientes que tomaran arándanos “sin estar seguros de si funciona o cómo funciona”, dice Stephens, ya que “era una opción fácil e inofensiva en ese momento. Incluso hace siglos, los nativos americanos supuestamente comían arándanos para los problemas de vejiga, lo que llevó a los científicos de laboratorio a explorar qué había en los arándanos que ayudaba y cómo podría funcionar”.

“Los estudios que analizamos incluyeron una variedad de métodos para determinar los beneficios de los productos de arándanos. La gran mayoría comparó los productos de arándanos con un placebo o ningún tratamiento para las infecciones urinarias y determinó que beber arándanos en forma de jugo o tomar cápsulas reducía la cantidad de infecciones urinarias en las mujeres con casos recurrentes, en niños y en personas susceptibles de ITU después de intervenciones médicas como la radioterapia vesical”.

La investigadora también ha destacado que “pocas personas reportaron algún efecto secundario, siendo el más común el dolor de estómago, según los resultados”, y que no encontraron suficiente información que les permitiera determinar “si los productos de arándanos son más o menos efectivos en comparación con los antibióticos o probióticos para prevenir más ITU”.

El autor principal, el profesor Jonathan Craig, vicepresidente y decano ejecutivo de la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Flinders, concluye que han “demostrado la eficacia de los productos de arándanos para el tratamiento de las infecciones urinarias utilizando toda la evidencia publicada sobre este tema desde mediados de los años noventa. Las versiones anteriores de esta revisión no tenían suficiente evidencia para determinar la eficacia y los ensayos clínicos posteriores mostraron resultados variados, pero en esta revisión actualizada el volumen de datos ha mostrado este nuevo hallazgo”.