Consumo propone una dieta sostenible con más legumbres y menos carne
19/09/2022
El Ministerio de Consumo ha actualizado las pautas alimentarias y de actividad física para mejorar la salud de los españoles y, de paso, reducir el impacto medioambiental que tienen nuestros actuales hábitos dietéticos. El nuevo Informe sobre recomendaciones dietéticas sostenibles y de actividad física para la población española que acaba de presentar el Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) hace hincapié por primera vez en los efectos que tiene nuestro tipo de alimentación sobre el medioambiente y explica cómo llevar una dieta más sostenible aumentando el consumo de legumbres semanal y disminuyendo el de carne.
Entre las principales medidas propuestas por la AESAN destaca el incremento en la ingesta semanal de legumbres y la reducción del consumo de carne porque esto no solo favorece el cuidado de la salud, sino que minimiza el impacto medioambiental. Según ha declarado el ministro de Consumo, Alberto Garzón, el informe es “una herramienta útil para profesionales y familias en la consecución de unos mejores hábitos de vida”, que además facilitará “una transición hacia sistemas alimentarios más sostenibles” y ayudará a alcanzar un buen estado de salud que permita “disminuir el riesgo de enfermedades crónicas”.
Garzón ha reivindicado “los patrones culturales de alimentación que han demostrado sus efectos beneficiosos para la salud y para el medio ambiente” y ha defendido la dieta mediterránea como una de las que mejor “podría disminuir el impacto ambiental de la alimentación, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, así como el uso de recursos naturales”.
Legumbres a diario, 3 raciones de carne por semana, menos sal y lácteos
El efecto que tienen los alimentos que comemos no depende únicamente de su aporte nutricional, sino que también influye la forma en la que se consumen y las alteraciones que experimentan durante su preparación, factores que ha tenido en cuenta el Comité Científico de la AESAN al evaluar los datos científicos disponibles. Por ello, considera fundamental reducir la adición de sal durante el cocinado y eliminar de la dieta en lo posible la presencia de alimentos ultraprocesados ricos en sal, grasas y azúcares.
La AESAN recomienda que cada día tomemos un mínimo de tres raciones de hortalizas y dos o tres de frutas, advierten que los zumos de frutas no son un sustituto de las frutas enteras, y que las patatas se deben consumir con moderación. También consideran recomendable que se consuma aceite de oliva a diario en todas las comidas principales, que se puede usar tanto al cocinar los alimentos, como al aliñarlos.
La dieta mediterránea es una de las que mejor “podría disminuir el impacto ambiental de la alimentación, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, así como el uso de recursos naturales”
Además, indican que hay que beber agua en abundancia, que debe ser la bebida principal en cualquier dieta saludable. Las legumbres se consideran la principal fuente de proteínas de origen vegetal y con un menor impacto ambiental, por lo que la AESAN ha incrementado las recomendaciones de consumo de este alimento, que pasan de 2-4 raciones a la semana a un mínimo de cuatro para que, de forma progresiva, se lleguen a consumir a diario.
El objetivo es disminuir la proteína animal en la dieta, especialmente la carne roja, porque es perjudicial para el medio ambiente. De hecho, el Comité Científico reduce de 2-4 raciones semanales de carne a 0-3, dando prioridad al consumo de carne de aves y conejo y limitando al mínimo el de carne roja y procesada.
También modera la ingesta de lácteos, que pasarían de 2-4 raciones al día a 0-3 sin azúcares añadidos ni alto contenido en sal.
Las nuevas pautas dietéticas de la AESAN establecen un mínimo de tres raciones a la semana de pescados y mariscos, sobre todo pescado azul, de tres a seis raciones de cereales –priorizando los integrales y de grano entero– y hasta cuatro huevos por semana.
Aconsejan combinar los cereales con otros alimentos ricos en hidratos de carbono complejos como las legumbres, las frutas y las hortalizas porque además de ser la base de una dieta saludable tienen un bajo impacto ambiental.
Respecto al consumo de frutos secos se puede incrementar progresivamente hasta ingerir una ración diaria, pero deben ser naturales y no contener sal, grasas, ni azúcares añadidos.
Actividad física, la otra llave para una buena salud
El informe del Comité Científico de la AESAN no se limita a ofrecer pautas alimentarias más saludables y sostenibles, sino que también propone actividades físicas destinadas a los distintos grupos de población dependiendo de su edad para que todos podamos adoptar hábitos saludables fáciles de integrar en el trabajo, las actividades deportivas y de ocio, o en los desplazamientos, e incluso a la hora de realizar las tareas domésticas.
En concreto, la recomendación para todos los adultos es realizar entre 150 y 300 minutos de ejercicio aeróbico moderado a la semana (andar deprisa, montar en bicicleta, bailar suave…), o un menor tiempo –entre 75 y 150 minutos– cuando se trate de una actividad física vigorosa (subir escaleras rápido, correr a ritmo rápido, nadar…).
Para los niños y adolescentes, recomienda un mínimo de 60 minutos de actividad física aeróbica moderada al día y por lo menos tres días de actividad física vigorosa a la semana (practicando deportes, por ejemplo), así como otro mínimo de tres días semanales de actividades que estimulen el desarrollo óseo (aquellas que tienen impacto o saltos, juegos en los que haya que cargar con el propio peso corporal total o parcial…).
Actualizado: 5 de mayo de 2023