El sabor dulce del azúcar influye en la sensación de saciedad
11/11/2020
Un nuevo estudio realizado por un equipo de científicos austríacos y alemanes revela nuevos datos sobre la relación entre el sabor dulce del azúcar, la ingesta de calorías y el proceso que regula el hambre y la saciedad en los seres humanos. Sus resultados sugieren que la sacarosa, independientemente de su contenido energético, modula la regulación de la saciedad y la ingesta de energía a través del receptor del sabor dulce, según afirma Barbara Lieder, una de las directoras del trabajo.
El sabor dulce es muy popular en todo el mundo, y en Austria y Alemania el consumo anual de azúcar por persona supone alrededor de 33 y 34 kilos, respectivamente, por tanto, el azúcar desempeña un creciente papel en la nutrición y la salud de la población, especialmente en referencia al peso corporal. Sin embargo, todavía se conoce poco sobre los mecanismos moleculares vinculados al sabor del azúcar que afectan a la ingesta dietética, con independencia de su aportación calórica.
El receptor de sabor dulce y la regulación de la saciedad
Veronika Somoza, jefa adjunta del Departamento de Química Fisiológica de la Universidad de Viena y directora del Instituto Leibniz para la Biología de Sistemas de los Alimentos y la Universidad Técnica de Munich y otra de las directoras del estudio, que se ha publicado en Nutrients, ha explicado que investigaron cómo influía la activación del receptor del sabor dulce en la regulación de la saciedad.
Después de tomar la solución de sacarosa con lactisole los voluntarios aumentaron la ingesta de energía del desayuno en alrededor del 13%, lo que supone unas 100 calorías más
Para ello, llevaron a cabo un estudio de intervención ciego y cruzado con glucosa y sacarosa en el que participaron 27 varones sanos con edades comprendidas entre los 18 y los 45 años, que recibieron una solución que contenía o un 10% de glucosa o la misma cantidad de sacarosa (porcentaje de peso) o una de estas soluciones suplementada con 60 ppm de lactisole, una sustancia que se une a una subunidad del receptor del sabor dulce y reduce la percepción de dicho sabor. Todas estas soluciones, con o sin lactisole, aportaban la misma energía.
Dos horas después de beber cada una de las soluciones de prueba se permitió a los participantes desayunar tanto como desearan. Poco antes de esta ingesta y durante el periodo de espera de 120 minutos los investigadores tomaron muestras de sangre a estos individuos a intervalos regulares y midieron su temperatura corporal.
Reducir la percepción de dulce aumentó la ingesta en 100 calorías
Después de tomar la solución de sacarosa que contenía lactisole los voluntarios aumentaron la ingesta de energía del desayuno en alrededor del 13% –lo que supone unas 100 calorías más–, en comparación con lo sucedido tras beber la solución de sacarosa sin lactisole. Además, los individuos de este grupo mostraron una temperatura corporal más baja y una disminución de las concentraciones de serotonina en plasma.
La serotonina es un neurotransmisor que tiene un efecto como supresor del apetito
La serotonina es un neurotransmisor y una hormona tisular que, entre otras funciones, tiene un efecto como supresor del apetito. Los investigadores, sin embargo, no observaron diferencias después de administrar la solución de glucosa que contenía lactisole o la que solo contenía glucosa, lo que atribuyen a que la glucosa y la sacarosa activan el receptor del sabor dulce de diferentes formas.
Somoza concluye que es necesario continuar investigando para aclarar las complejas relaciones entre el consumo de azúcar, los receptores del sabor y la regulación de la saciedad a nivel molecular, especialmente porque los receptores de dulce también se han encontrado en el tracto digestivo y se conoce muy poco sobre las funciones que tienen allí.
Actualizado: 5 de mayo de 2023