España implantará el Nutriscore, el etiquetado con semáforo nutricional
13/11/2018
María Luisa Carcedo, ministra española de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, ha informado durante la jornada del Día Mundial de la Prevención de la Obesidad sobre varias medidas legales que se van a implantar para combatir esta enfermedad, especialmente en niños y adolescentes, debido al incremento en los últimos años de las tasas de obesidad infantil. Entre ellas destacan la presentación de un nuevo etiquetado y un mayor control en la publicidad y venta de productos poco saludables, especialmente los dirigidos a los menores, como pilares para reforzar la Estrategia Nutrición, Actividad Física y Prevención de la Obesidad (NAOS).
Una de las medidas que más revuelo ha causado es la implantación de un nuevo etiquetado frontal en alimentos y bebidas, llamado Nutriscore –también conocido como logotipo 5 o 5C, pues informa mediante un código de cinco colores de su calidad nutricional– que tendrá que aparecer en todos los productos antes de un año, cuando se apruebe el Real Decreto ley que lo impone.
Los colores del semáforo y letras de la A a la E
A partir pues del año que viene todos los alimentos contarán con este nuevo etiquetado, que califica los productos alimenticios en función de su balance nutricional por cada 100 gramos e informa de su calidad nutricional utilizando las cinco primeras letras del abecedario y cinco colores a modo de semáforo –dos verdes de distinta intensidad para indicar aquellos más saludables, un amarillo y un naranja como nivel intermedio y un rojo para informar de los que tienen peor calidad por su composición nutricional–.
Esta escala dependerá de la cantidad de grasas saturadas, calorías, azúcar, sal, proteínas y fibra de cada alimento y será determinada por un algoritmo capaz de valorar los nutrientes favorables y desfavorables de cada alimento y en función de ello asignarle una puntuación que determinará la letra y color de su etiquetado. Gracias al Nutriscore los consumidores podrán conocer y comparar entre productos y marcas de forma más sencilla para saber cuál es más o menos saludable y poder tomar una decisión de compra más informada sobre ellos.
Esta manera de informar en los envases de los productos, que sigue las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras sociedades científicas de países de la Unión Europea, ya ha sido implantada hace seis meses en Francia, y está pendiente de hacerlo en Portugal y Bélgica.
Diferencias con otros etiquetados
Esta medida viene precedida por otro polémico etiquetado, pues este mismo año cinco multinacionales de la industria alimentaria informaron de que iban a colocar en sus productos en España el conocido como etiquetado nutricional evolucionado (ENL), un método que informa sobre la energía, las grasas saturadas, los azúcares y la sal que contienen los productos, valorando esta cantidad en función de los tres colores del semáforo, rojo para los menos saludables, ámbar para un nivel moderado y verde para una cantidad aceptable desde el punto de vista sano.
No obstante, varios países y asociaciones como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) y la Asociación Europea de Consumidores han mostrado su rechazo hacia este otro semáforo, pues en comparación con el etiquetado Nutriscore (que lo hace por cada 100 gramos), el ENL valora los nutrientes en función de una ración, que suele ser pequeña, por lo que son muy pocos los casos en los que aparece el color rojo y esto confunde al consumidor y no muestra la realidad nutricional.
Más medidas para luchar contra la obesidad
La ministra también ha explicado que se van a tomar medidas para controlar la publicidad de alimentos poco saludables, especialmente la dirigida a menores de 15 años, y se va a apoyar el Plan de Colaboración para la Mejora de los Alimentos y Bebidas y otras medidas 2020, con el fin de conseguir que llegados a ese año se haya reducido una media del 10% los azúcares añadidos, las grasas saturadas y la sal de más de 3.500 productos, para lograrlo se han planteado 20 acuerdos con asociaciones de fabricantes, distribuidores, restauración social y moderna y vending.
En los centros escolares se va a impedir la venta de productos altos en sal, azúcar, calorías o grasas
Además, ha expuesto que los hospitales, centros de salud y los espacios públicos deben promover la salud, ofertando productos saludables en sus instalaciones, como también en las máquinas expendedoras.
Lo mismo va a ocurrir en los centros escolares, donde se va a impedir la venta de bebidas y alimentos que cuenten con mucho azúcar, sal, calorías, grasas saturadas y trans, para fomentar una alimentación saludable desde la infancia.
Actualizado: 26 de junio de 2020