La dieta mediterránea evita la recurrencia de eventos cardiovasculares
11/05/2022
Las personas con enfermedades cardiovasculares que han sufrido algún accidente cerebrovascular, como un ictus, podrían evitar volver a pasar por ello siguiendo la dieta mediterránea. Así lo ha dado a conocer un estudio realizado por miembros del Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), el Hospital Universitario Reina Sofía, la Universidad de Córdoba y el CIBEROBN.
En la investigación se analizó a 1.002 pacientes de entre 20 y 76 años con enfermedad coronaria que tuvieron que adoptar una serie de cambios en su dieta, hacia una dieta mediterránea o hacia una baja en grasa. El tiempo de seguimiento fue de siete años en los que se intentó valorar la aparición de eventos cardiovasculares mayores, como un infarto de miocardio, un accidente cerebrovascular isquémico (ictus), una revascularización (cateterismos, bypass…), una enfermedad arterial periférica y una muerte de origen cardiovascular.
Las enfermedades cardiovasculares son una de las principales causas de muerte en el mundo, y el estilo de vida es clave en la incidencia, especialmente la dieta. Seguir una dieta baja en grasa, que sea rica en hidratos de carbono complejos, o una dieta mediterránea, con grasas monoinsaturadas beneficiosas como el aceite de oliva virgen), han probado ser eficaces en la prevención primaria de enfermos de alto riesgo que aun no han desarrollado enfermedad cardiovascular.
Mejores resultados de la dieta mediterránea en los hombres
Este estudio, que se ha dado a conocer en la revista The Lancet, es el primero que demuestra los efectos beneficiosos de la dieta mediterránea en pacientes con enfermedad cardiovascular. Según los datos facilitados, el trabajo se centró en 198 participantes, 87 de ellos siguieron la dieta mediterránea y 111 una dieta baja en grasas.
A pesar de las diferencias encontradas entre la dieta mediterránea y la dieta baja en grasas, ambas tuvieron efectos beneficiosos en la salud cardiovascular
Los resultados mostraron que la incidencia de accidentes cerebrovasculares en ambos grupos de dietas fue inferior a la habitual en las personas con enfermedades cardiovasculares, concretamente un 25% en un periodo de cinco años. Esto podría significar que, a pesar de las diferencias encontradas en los resultados de los dos tipos de alimentación, ambas tuvieron efectos buenos en la salud cardiovascular.
Fue curioso que los investigadores encontraron mejores resultados en el caso de los hombres, donde la dieta mediterránea causaba casi un 35% más de efectos beneficiosos que la dieta baja en grasas. Todavía no se sabe cuál podría ser la causa, pero instan a que se siga estudiando esta relación en futuros ensayos.
La dieta mediterránea demostró ser mejor que la dieta baja en grasas en cuanto a la prevención de infartos de miocardio, revascularización, accidente cerebrovascular isquémico, enfermedad arterial periférica y muerte de origen cardiovascular. Estos hallazgos apoyan el uso de la dieta mediterránea, basada en frutas, verduras, legumbres y cereales entre otros, como método de prevención de accidentes cerebrovasculares, especialmente en aquellos que ya los han sufrido.
Actualizado: 5 de mayo de 2023