La dieta mediterránea puede evitar un 30% de los tumores de estómago
11/12/2017
La gran influencia que tienen los hábitos dietéticos sobre el desarrollo del cáncer de estomágo –el tercer tumor con más mortalidad a nivel mundial– se ha vuelto a confirmar con los resultados de una nueva investigación que han llevado a cabo científicos del Centro de Investigación Biomédica en Red de Epidemiología y Salud Pública (CIBERESP) y del Centro Nacional de Epidemiología del Instituto de Salud Carlos III, y se ha publicado en Gastric Cancer.
El estudio –que forma parte del proyecto MCC-Spain– tenía como objetivo identificar los aspectos relacionados con el estilo de vida y los factores ambientales –incluyendo el tipo de dieta– que estuvieran asociados a la aparición de tumores frecuentes o con una elevada mortalidad, como el cáncer de estómago, ha explicado Nuria Aragonés, investigadora del CIBERES y una de las directoras del trabajo.
Los individuos que seguían el patrón Occidental tenían el doble de riesgo de desarrollar un adenocarcinoma de estómago que los que no tomaban alimentos típicos de esta dieta
Para averiguarlo se reclutó a 295 pacientes con adenocarcionma de estómago y a 3.040 personas sanas procedentes de diez provincias españolas, y se evaluó la relación entre el riesgo de desarrollar un adenocarcinoma gástrico y seguir los patrones alimentarios que caracterizan a tres tipos de dieta habituales en España: el patrón Occidental (con un elevado consumo de productos lácteos grasos, carne procesada, granos refinados, comida precocinada, dulces y bebidas azucaradas, y salsas); el patrón Prudente, que suelen adoptar los individuos que vigilan su peso, y que incluye granos integrales, lácteos bajos en grasas, frutas, verduras y zumos; y el patrón Mediterráneo, en el que predomina el consumo de frutas enteras y verduras, además de pescado, legumbres, patatas hervidas y aceite de oliva.
Pescados, legumbres y aceite de oliva ayudan a prevenir el cáncer gástrico
Los investigadores observaron que los individuos cuyos hábitos dietéticos eran más similares al patrón Occidental presentaban el doble de riesgo de desarrollar un adenocarcinoma de estómago que aquellos que no solían tomar alimentos asociados a esta dieta. Una gran adherencia a la dieta Prudente no se relacionó con el riesgo de sufrir este tumor, y las personas con un estilo de alimentación de patrón Mediterráneo tenían la mitad de riesgo de padecer un tumor de estómago maligno en comparación con los que tenían menos adherencia a esta dieta.
Esto significa, según afirma Adela Castelló, otra de las directoras del estudio, que para prevenir el cáncer de estómago no basta con incluir en la dieta diaria una buena cantidad de frutas y verduras, sino que también es necesaria la ingesta de otros alimentos como el pescado o el aceite de oliva, que aportan grasas saludables, y otros productos característicos de la dieta mediterránea, como las legumbres
Nuria Aragonés ha aconsejado tomar estos resultados con prudencia, porque ni seguir una dieta con características del patrón Occidental significa que se vaya a padecer un cáncer gástrico, ni tampoco alimentarse de acuerdo al patrón mediterráneo puede garantizar que no se vaya a desarrollar nunca un tumor de este tipo, ya que hay muchos otros factores de riesgo para este y otros cánceres, y la dieta es solo uno de ellos.
Sin embargo, las conclusiones del trabajo sí hacen recomendable limitar la ingesta de alimentos característicos del patrón Occidental (lácteos grasos, embutidos y otras carnes procesadas, zumos, dulces y refrescos azucarados, y comidas y salsas preparadas), e incrementar el consumo de los que son típicos de la dieta mediterránea, como las frutas enteras (mucho mejor que en zumo), las legumbres y verduras, el pescado y el aceite de oliva, porque de esta forma se puede reducir significativamente el riesgo de cáncer de estómago.
Actualizado: 4 de mayo de 2023