Los carbohidratos de calidad protegen la salud cardiovascular

El consumo de hidratos de carbono de bajo índice glucémico como los que aportan las verduras, las hortalizas, las legumbres y los cereales integrales, siempre se ha asociado con una mejor salud cardiovascular, a diferencia de los carbohidratos procedentes del azúcar. Ahora, un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Navarra, concretamente del Proyecto SUN, ha confirmado este extremo, al corroborar que consumir hidratos de carbono de buena calidad disminuye en un 50% el riesgo de sufrir accidentes cardiovasculares como infartos de miocardio o cerebrales.

En la investigación, publicada por la revista científica Nutrition, Metabolism & Cardiovascular Diseases, han participado más de 17.000 personas de mediana edad de forma voluntaria. A todos ellos, el equipo de trabajo les hizo un seguimiento exhaustivo durante una década, prestando especial atención al tipo de alimentos con los que cubrían sus necesidades diarias de carbohidratos.

Las personas que obtienen más del 50% de la energía diaria de carbohidratos de buena calidad logran reducir significativamente las probabilidades de padecer accidentes cardiovasculares

Tras los 10 años de estudio, los investigadores corroboraron cómo las personas que desde el inicio ingerían hidratos de carbono de mejor calidad (integrales, de bajo índice glucémico, sólidos, y con alta presencia de fibra), veían reducidas hasta en un 56% las probabilidades de sufrir infartos o accidentes cerebrovasculares. Una tendencia que también era visible entre aquellos que obtenían más del 50% de la energía diaria de carbohidratos de buena calidad.

Carbohidratos saludables, característicos de la dieta mediterránea

Con los resultados en la mano, los científicos navarros concluyen que es fundamental poner más énfasis en la calidad de los carbohidratos que ingerimos que en la cantidad, por lo que aconsejan evitar en la medida de lo posible los hidratos líquidos, presentes fundamentalmente en zumos, los productos con azúcares añadidos, y los refrescos, así como apostar por los cereales integrales y sin procesar.

Como afirma una de las autoras del estudio, Itziar Zazpe, de la Facultad de Farmacia y Nutrición navarra, el estudio supone un espaldarazo más a la dieta mediterránea, ya que los hidratos de calidad procedentes de verduras, hortalizas, legumbres y cereales son la base de este tipo de alimentación tan saludable.