Los cereales integrales reducen el riesgo de diabetes

El consumo de alimentos integrales está asociado a la prevención de enfermedades metabólicas y cáncer, según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN). De hecho, incluir tres raciones (45 gramos) de alimentos de grano completo (elaborados con las tres partes del grano: salvado, endospermo y germen) en la dieta diaria disminuye relativamente el riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 un 20%, y de sufrir cáncer de colon un 18%, por lo que los expertos de la SEEN aconsejan incrementar el consumo diario de cereales integrales en el marco de la dieta mediterránea.

A pesar de los beneficios de los alimentos integrales para la salud, y como explica el Dr. Francisco Botella, del Área de Nutrición de la SEEN, el consumo de este tipo de alimentos en España sigue siendo muy inferior a lo recomendable, y el gasto medio de cada familia en estos productos no supone ni una décima parte de lo que se gasta en alimentos refinados, lo que puede atribuirse a que los productos integrales se asocian tradicionalmente con características organolépticas inferiores -aspecto, textura, olor y sabor- que las de los refinados, además de que también suelen ser más caros.

Las harinas integrales son las que resultan de moler los granos completos de los cereales, mientras que las harinas refinadas carecen de salvado y de germen

Las harinas integrales son las que resultan de moler los granos completos dre los cereales, mientras que las harinas refinadas carecen de salvado y de germen. El aporte energético de ambos tipos de harinas es similar, es decir, que los alimentos integrales no se consideran light, porque contienen una cantidad similar de carbohidratos y proteínas. La harina integral sí contiene algo más de grasa, fibra (cuatro veces más), vitaminas y minerales que la refinada.

Con respecto a la cantidad de fibra, el Dr. Moreno ha explicado que esta depende del porcentaje de grano que se utilice y, por ejemplo, una harina con un grado de extracción del 80% significa que para elaborar esa harina se emplea el 80% del peso del grano y el 20% restante se elimina como salvado. La harina de grano entero presenta un grado de extracción del 98%, mientras que la harina blanca tiene un grado de extracción del 60%.