Los ultraprocesados elevan el riesgo de cáncer y muerte cardiovascular
01/09/2022
Poco tiempo para cocinar, bajo coste económico, menos gasto energético para su preparación (están listos para consumir) y cualidades hiperpalatables, son los ingredientes que han hecho que los poco recomendables alimentos ultraprocesados desplacen en muchos hogares a los alimentos frescos y otras comidas más saludables. Los ultraprocesados son formulaciones industriales con altos niveles de componentes químicos, como edulcorantes, colorantes y aditivos, un grupo de alimentos que incluye desde refrescos o snacks envasados; a bollería, galletas, cereales de desayuno azucarados, a una inmensa variedad de productos preprocesados listos para comer o para calentar como hamburguesas, barritas de pescado congelado, pastas y pizzas.
Estos alimentos ultraprocesados son perjudiciales para la salud como han demostrado ya numerosas investigaciones que los han vinculado a un mayor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo, demencia, enfermedad inflamatoria intestinal, problemas respiratorios en niños, o fragilidad en adultos mayores, entre otras afecciones. Ahora, dos nuevos estudios confirman los peligros de incluir este tipo de productos de baja calidad en la dieta diaria porque sus resultados, que se han publicado en British Medical Journal, confirman que su consumo está asociado a más riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares o cáncer de colon, o incluso de morir de forma prematura.
En España, la tradicional dieta mediterránea, cuyos beneficios para la salud también han sido comprobados por la ciencia, está siendo sustituida en muchos hogares por platos precocinados, carnes procesadas, bollería industrial, refrescos, etcétera, que tienen cantidades de sal, azúcar y grasas que superan la ingesta diaria recomendada y cuyo aporte nutricional es escaso. Además, si se toman con frecuencia disminuye el consumo de otros alimentos ricos en fibra, vitaminas y minerales, que son más nutritivos y saludables.
32% más riesgo de morir por enfermedad cardiovascular
El primero de los estudios ha sido realizado por científicos de la Universidad de Tufts y la de Harvard (Estados Unidos) que analizaron la relación entre la ingesta de productos ultraprocesados y el riesgo de cáncer colorrectal en 46.341 varones y 159.907 mujeres, a los que siguieron durante 20 años. Comprobaron que los hombres que consumían más alimentos ultraprocesados tenían un 29% más riesgo de padecer cáncer de colon que los que comían menos productos de este tipo. Esta asociación se encontró en el cáncer de colon distal (no en el proximal o el de recto) y el vínculo era más potente con los productos listos para comer a base de carne, pollo o pescado y con las bebidas a base de leche azucarada.
Los hombres que consumían más alimentos ultraprocesados tenían un 29% más riesgo de padecer cáncer de colon, una asociación que no se encontró en las mujeres
El vínculo entre ingesta de ultraprocesados y cáncer de colon no se observó entre las participantes femeninas, aunque se encontró que un elevado consumo de determinados ultraprocesados, como productos listos para tomar, sí se relacionaba con más riesgo de cáncer colorrectal en las mujeres. Las causas de estas diferencias entre hombres y mujeres no se han podido establecer, pero es posible que los estrógenos femeninos ejerzan cierto efecto protector, indican los autores del trabajo en la publicación, y añaden que no todos los ultraprocesados son igual de dañinos: “Por ejemplo, las mujeres pueden haber elegido alimentos relativamente más saludables dentro de la categoría de postres a base de yogur y productos lácteos y, por lo tanto, los efectos protectores (por ejemplo, debido a un mayor contenido de calcio) pueden superar los efectos nocivos (por mayores contenidos de azúcar)”.
Los científicos que realizaron el segundo estudio, basado en una gran investigación prospectiva en Italia, examinaron los datos de 22.895 adultos italianos (el 48% hombres), centrándose en su tipo de alimentación y en otros factores de riesgo asociados a las enfermedades cardiovasculares. Descubrieron que las personas que consumían más ultraprocesados tenían un 19% más riesgo de morir por cualquier causa y un 32% más riesgo de morir por enfermedad cardiovascular en comparación con las que consumían menor cantidad de estos productos.
Los autores apuntan a que una proporción significativa del exceso de riesgo de mortalidad asociado con una dieta deficiente se explica por un mayor grado de procesamiento de alimentos. Y es que, la ingesta de alimentos ultraprocesados se mantuvo asociada con la mortalidad incluso después de tener en cuenta la mala calidad nutricional de la dieta.
Dieta mediterránea frugal para prevenir el cáncer colorrectal
Ambos estudios son de tipo observacional, por lo que no ha sido posible determinar una relación causa-efecto entre el consumo de alimentos ultraprocesados y los daños para la salud, pero sus hallazgos se suman a los de otros similares encontrados en investigaciones anteriores.
“Los resultados son convincentes y están respaldados por una buena metodología tras tres décadas de seguimiento. Conozco bien estas cohortes y son las de mejor calidad que existen en epidemiología nutricional. Coinciden con la mayor mortalidad que también observamos en España en asociación con ultraprocesados, incluyendo mortalidad por cáncer, en un artículo que publicamos en la misma revista hace tres años. Coinciden con otros estudios, como por ejemplo el de Dora Romaguera, con la que también colaboramos desde nuestro grupo y que ellos citan aquí. Los resultados tienen plausibilidad biológica por el mayor riesgo de adiposidad que se encuentra asociado al consumo de ultraprocesados, por el efecto carcinogénico de ciertos aditivos y también por efectos proinflamatorios y prooxidantes de un patrón alimentario rico en productos ultraprocesados”, ha explicado Miguel Ángel Martínez, catedrático de Medicina Preventiva de la Universidad de Navarra y uno de los investigadores que han estudiado con más detenimiento los efectos de la dieta sobre la salud, en declaraciones a Science Media Centre España.
“Las implicaciones son claras y son las que venimos repitiendo: volver a la tradicional dieta mediterránea (la de los años 50 y 60 del siglo pasado) que se basa en alimentos no procesados o mínimamente procesados, naturales, de origen más vegetal que animal y que es frugal. Estamos todos preocupados por el crecimiento de la incidencia de cáncer colorrectal, especialmente, en personas jóvenes, y esa dieta mediterránea frugal sería una gran solución”, propone este experto.
Actualizado: 5 de mayo de 2023