Revelan que los refrescos empeoran el dolor menstrual y el café lo alivia

Explican por qué el consumo de refrescos podría aumentar las probabilidades de padecer dismenorrea primaria o dolor menstrual, mientras que la ingesta de café parece tener un efecto protector frente a los casos más graves.
Una mujer joven mirando con desconfianza un vaso con un refresco de cola

16/09/2024

Experimentar dolor durante la menstruación sin que haya una enfermedad pélvica responsable del mismo es lo que se conoce como dismenorrea primaria (DP) y es una de las afecciones ginecológicas dolorosas más frecuentes y una de las causas más comunes de dolor pélvico entre las mujeres premenopáusicas a nivel mundial. Las estimaciones actuales indican que entre el 45% y el 95% de las estudiantes universitarias en todo el mundo padecen dismenorrea primaria.

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Un reciente estudio ha analizado la posible influencia del consumo de refrescos en el desarrollo de la dismenorrea primaria en mujeres chinas, y es que en el gigante asiático este problema afecta a un 40% de las jóvenes universitarias. Sus resultados se han publicado en la revista Scientific Reports y revelan el papel que desempeñan diferentes bebidas en la intensidad de estas molestias.

El dolor abdominal bajo y los calambres relacionados con la dismenorrea primaria pueden afectar negativamente la calidad de vida de las mujeres, provocar pérdida de horas laborales y aumentar los costes de atención médica. En Estados Unidos, se pierden aproximadamente 600 millones de horas de trabajo debido a la DP, lo que genera un coste económico de dos mil millones de dólares. En Japón, los costes de atención médica para las pacientes con DP pueden llegar a ser 2,2 veces más altos que los de las mujeres que no padecen esta afección.

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Investigaciones previas sugieren que las tasas de dismenorrea primaria son hasta siete veces mayores en mujeres que consumen una o más porciones de refrescos al día en comparación con quienes no los consumen. Los refrescos son bebidas no alcohólicas generalmente carbonatadas y saborizadas que contienen un promedio de 100 gramos de azúcar por litro, y su consumo ha aumentado en las últimas décadas, especialmente entre niños y adolescentes.

Tanto los refrescos como el café, bebidas tradicionalmente occidentales, han ganado popularidad en China, un país que históricamente prefería el té verde. La cafeína del café tiene efectos estimulantes en el sistema nervioso humano, lo que puede influir en la resistencia física, la función cognitiva y en condiciones de salud mental como la ansiedad.

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Incidencia de dismenorrea entre consumidoras de refrescos y café

Este estudio transversal se realizó entre el 29 de septiembre y el 22 de octubre de 2020, con una muestra de 1.809 estudiantes universitarias con una edad promedio de 19,7 años, de las cuales 906 vivían en áreas rurales. De las participantes, 852 fueron diagnosticadas con dismenorrea primaria, siendo el 25,9% de los casos clasificados como DP severa. Un 24,4% reportó DP leve y el 49,6% moderada.

La incidencia de DP también estaba relacionada con el flujo y el ciclo menstrual. El 51% de las participantes con dismenorrea primaria reportaron consumo de refrescos, en comparación con el 48,8% de las que no tenían DP. En cuanto al café, el 44,8% de las participantes con DP y el 55% de las sin DP lo consumían.

El consumo semanal o menos frecuente de refrescos se asociaba con dismenorrea primaria leve, mientras que el dolor más intenso se relacionaba con un consumo más elevado

Las mujeres que consumían refrescos tenían un 24% más probabilidades de padecer dismenorrea primaria. Además, la relación entre el consumo de refrescos y la gravedad de la DP era dependiente de la dosis; el consumo semanal o menos frecuente se asociaba con dismenorrea primaria leve, mientras que el dolor más intenso se relacionaba con un consumo más elevado. Entre las participantes rurales con dismenorrea primaria, la probabilidad de consumir refrescos era un 40% mayor que en aquellas que ingerían otras bebidas. En general, el consumo de refrescos se asociaba con una DP más severa.

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Por otro lado, la probabilidad de padecer dismenorrea primaria moderada o severa era un 55% menor entre quienes consumían café, aunque esta asociación no dependía de la dosis y es necesario continuar investigando para comprender los mecanismos que vinculan el consumo de café con un efecto protector para la dismenorrea primaria. Otro estudio español de hace unos años ya informó una asociación estadísticamente significativa entre la dismenorrea o su gravedad y factores como el consumo de cafeína, lo que respalda los resultados de este nuevo trabajo.

Cómo influyen los refrescos en la dismenorrea primaria

El alto contenido de azúcar en los refrescos puede provocar desequilibrios nutricionales debido a la reducción en la absorción de vitaminas y minerales, lo que podría afectar a la función muscular y desencadenar los espasmos dolorosos típicos de la dismenorrea primaria.

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Además, los niveles elevados de prostaglandinas en el endometrio de mujeres con dismenorrea primaria podrían explicar la relación entre el consumo de refrescos y la incidencia de este trastorno, ya que las prostaglandinas en estas mujeres son el doble de altas que en aquellas sin dismenorrea. Las prostaglandinas pueden sintetizarse a partir de compuestos derivados del azúcar en la dieta. Estos compuestos estimulan las contracciones uterinas, que a su vez constriñen los vasos sanguíneos y liberan metabolitos anaeróbicos que causan dolor.

El consumo elevado de azúcar también puede aumentar los niveles de cortisol, una hormona relacionada con el estrés. Un aumento en los niveles de cortisol podría reflejar respuestas de estrés desreguladas que conduzcan a la dismenorrea primaria en consumidoras de refrescos azucarados. A pesar de estas hipótesis, se necesita más investigación para esclarecer los mecanismos exactos detrás de esta asociación.

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El consumo de refrescos carbonatados parece ser un factor de riesgo para la dismenorrea primaria, sobre todo entre las mujeres rurales, mientras que la ingesta de café podría proteger contra los casos severos de dismenorrea. Por lo tanto, es crucial educar a las jóvenes sobre los efectos negativos del consumo excesivo de refrescos, mientras que un consumo moderado de café podría ayudar a reducir la gravedad de la dismenorrea.

Actualizado: 16 de septiembre de 2024

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