Tomar lácteos en el embarazo favorece el crecimiento del bebé

Consumir tres o cuatro raciones diarias de productos lácteos (2 vasos de leche, 1 yogur y un trozo de queso) durante el embarazo, puede reducir el riesgo de que el bebé nazca con bajo peso para su edad gestacional.
Mujer embarazada tomando leche

Los expertos señalan que se podría evitar el bajo peso en uno de cada cinco recién nacidos si la gestante aumentase el consumo de lácteos hasta los 600 g/día.

La ingesta habitual de productos lácteos durante el embarazo se ha relacionado con menos riesgo de que el bebé nazca con bajo peso. En concreto, y según los resultados de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada y del Hospital Materno-Infantil de Granada, por cada 100 gramos diarios de aumento en el consumo de lácteos se podría disminuir un 11% el riesgo de bajo peso al nacer.

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La nutrición de la madre durante el embarazo es fundamental para el crecimiento adecuado del feto, porque micronutrientes como vitaminas o minerales desempeñan una función determinante en el desarrollo fetal y el peso del futuro bebé. La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria y la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria recomiendan que la dieta de la embarazada se enriquezca con 3 o 4 raciones diarias de lácteos (por ejemplo, 2 vasos de leche, 1 yogur, y una porción de queso).

Por cada 100 gramos diarios de aumento en el consumo de lácteos se podría disminuir un 11% el riesgo de bajo peso al nacer

En la investigación, que se ha publicado en Maternal and Child Health Journal, participaron 1.175 mujeres embarazadas sanas, que modificaron su dieta o actividad física de acuerdo a las indicaciones de los autores del trabajo. En una de cada 8-9 gestaciones el bebé nació con bajo peso para su edad gestacional (riesgo de 11,8%), y los científicos observaron que las mujeres que tuvieron un bebé con bajo peso habían ingerido menos lácteos durante el embarazo (513,9 g/día) que las que dieron a luz un niño con peso normal (590,3 g/día).

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Rocío Olmedo Requena, del departamento de Medicina Preventiva y Salud Pública, y autora principal del estudio, ha explicado que parece que existe un gradiente dosis-respuesta en los datos, por lo que cuanto mayor es el consumo de lácteos menor es el riesgo de que el bebé presente bajo peso. En base a los hallazgos de esta investigación, se podría evitar el bajo peso en uno de cada cinco recién nacidos si la gestante aumentase el consumo de lácteos hasta los 600 g/día (3 vasos de leche, o 2 vasos de leche y 125 gramos de queso fresco; o 1 vaso de leche, 2 yogures y 200 gramos de requesón).

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Actualizado: 11 de octubre de 2017

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