Tomar pescado rico en omega-3 reduce el riesgo de esclerosis múltiple

Las personas que comen pescado al menos una vez a la semana, o que incluyen en su dieta suplementos de aceite de pescado, tienen menos riesgo de ser diagnosticados con esclerosis múltiple.
Pescado omega 3

La grasa del pescado podría contrarrestar la pérdida de la mielina causada por la esclerosis múltiple.

08/03/2018

Los ácidos grasos omega-3 procedentes del pescado pueden reducir hasta un 45% el riesgo de padecer esclerosis múltiple, siempre que se incluya en la dieta al menos una vez a la semana, o entre una y tres veces al mes complementándolo con suplementos de aceite de pescado. Así lo ha demostrado un estudio cuyos resultados serán presentados en la 70 Reunión Anual de la Academia Estadounidense de Neurología.

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En esta investigación se analizó la dieta de 1.153 personas de 36 años de edad de media, de las que la mitad había tenido un diagnóstico positivo de esclerosis múltiple. Se estableció como un consumo alto de pescado tomar este alimento una vez a la semana, o de una a tres veces al mes junto a suplementos de aceite de pescado, mientras que se consideró un consumo bajo menos de una ración al mes, y sin suplementos.

Los autores del estudio recomiendan comer a menudo pescados como el salmón, el atún blanco, la trucha, o las sardinas para reducir el riesgo de esclerosis múltiple

La clave está en el omega-3 del pescado

Los resultados demostraron que de todos los encuestados, 180 personas cuyo consumo de pescado había sido elevado fueron diagnosticadas de esclerosis múltiple, en comparación con 251 que presentaron la enfermedad y que apenas habían tomado este alimento. Por lo que Annette Langer-Gould, miembro de la Academia Estadounidense de Neurología, y el resto de los autores del trabajo, han llegado a la conclusión de que existe una relación entre el consumo de pescado y las probabilidades de desarrollar esta enfermedad neurológica.

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Entre las posibles causas, aunque no se indican en la investigación, que solo establece la relación, se podría señalar que el ácido graso omega-3 que contiene el pescado puede contrarrestar en parte la pérdida de la mielina –una sustancia grasa que protege los nervios– que se produce a consecuencia de la esclerosis múltiple. Aun así, los autores afirman que quedan muchos estudios por realizar al respecto, aunque sí recomiendan consumir de manera regular sardinas, salmón, atún blanco o trucha, por ser ricos en omega-3.

En la investigación también se analizaron 13 variaciones genéticas de los participantes, concretamente en un grupo de genes que moderan los niveles de ácidos grasos en el organismo, y los investigadores observaron que dos de estas 13 variaciones se relacionaron con un riesgo más bajo de esclerosis múltiple; este hallazgo supondría que algunos individuos pueden tener una ventaja genética frente a otros en cuanto a la regulación de las grasas.

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Actualizado: 9 de marzo de 2018

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