Un alto consumo de carne roja procesada aumenta el riesgo de demencia

Un nuevo estudio señala de nuevo a la carne roja, sobre todo procesada, al asociar un elevado consumo con más riesgo de deterioro cognitivo o demencia, e indica que reemplazarla por otras fuentes de proteínas podría reducir ese riesgo en un 20%.
Bodegón de embutidos

16/01/2025

Una dieta desequilibrada puede contribuir a la aparición de enfermedades, como obesidad, patologías cardiovasculares o diabetes tipo 2, y abusar de ciertos alimentos puede ser clave para tener problemas de salud, ya que un nuevo estudio realizado por investigadores de Mass General Brigham, la Escuela de Salud Pública Harvard T.H. Chan y el Broad Institute del MIT y Harvard ha revelado que un elevado consumo de carne roja, especialmente en su forma procesada, aumenta el riesgo de padecer demencia.

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Los resultados del trabajo se han publicados en Neurology®, la revista médica de la Academia Americana de Neurología, y sugieren que sustituir la carne procesada por fuentes de proteínas como frutos secos, legumbres o pescado podría reducir el riesgo de demencia en aproximadamente un 20%.

“Las pautas dietéticas tienden a centrarse en reducir los riesgos de enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas y diabetes, mientras que la salud cognitiva se discute con menos frecuencia, a pesar de estar relacionada con estas enfermedades”, ha declarado el Dr. Daniel Wang de la División Channing de Network Medicina en Brigham and Women's Hospital y profesor asistente en el Departamento de Nutrición de la Escuela Chan de Harvard, en una nota publicada por Mass General Brigham. “Esperamos que nuestros resultados fomenten una mayor consideración de la conexión entre la dieta y la salud del cerebro”, añade.

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La carne roja podría perjudicar la salud de las células cerebrales

Con el envejecimiento de la población, la demencia constituye un desafío creciente tanto para los pacientes, como para sus familias. En este estudio se analizaron datos de 133.771 personas con una edad promedio de 49 años al inicio, de las que 11.173 desarrollaron demencia en un periodo de seguimiento de hasta 43 años. Los datos procedían de los estudios de salud Nurses’ Health Study (NHS) y Health Professionals Follow-Up Study (HPFS), que recogen información detallada sobre la salud y el estilo de vida de miles de participantes, incluyendo sus dietas habituales actualizadas cada 2 a 4 años.

Una porción típica de carne roja equivale a 85 gramos, aproximadamente el tamaño de una pastilla de jabón. Las personas que consumían un cuarto de porción o más de carne procesada al día (equivalente a dos rebanadas de tocino, una y media de mortadela o un hot dog) tenían un riesgo de demencia un 13% mayor en comparación con quienes ingerían menos de una décima parte de una porción diaria, y los resultados se mantuvieron después de ajustar factores clínicos, demográficos y de estilo de vida.

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El estudio evaluó la función cognitiva mediante pruebas estandarizadas y encontró que un mayor consumo de carnes procesadas se asociaba con un deterioro cognitivo equivalente a un envejecimiento acelerado de 1,6 años por cada porción diaria promedio. Al analizar el declive cognitivo subjetivo (SCD, por sus siglas en inglés), un indicador precoz del deterioro cognitivo los investigadores encontraron que el consumo de carne, tanto procesada como no procesada (como res, cerdo y hamburguesas), estaba vinculado con un mayor riesgo de SCD.

Las personas que consumían un cuarto de porción o más de carne procesada al día (equivalente a dos rebanadas de tocino, una y media de mortadela o un hot dog) tenían un riesgo de demencia un 13% mayor

En comparación con quienes consumían cantidades mínimas, el riesgo aumentaba un 14% en aquellos que ingerían al menos un cuarto de porción diaria de carne procesada y un 16% en quienes consumían una o más porciones diarias de carne no procesada.

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El equipo de investigación continúa estudiando los factores que vinculan la carne roja con el riesgo de demencia, prestando especial atención al microbioma intestinal, ya que un compuesto llamado óxido de trimetilamina (TMAO), producido por bacterias al descomponer la carne, podría contribuir al deterioro cognitivo al favorecer la acumulación de proteínas relacionadas con el alzhéimer, como el amiloide y la tau. Además, el contenido de grasas saturadas y sal de la carne roja podría afectar negativamente la salud de las células cerebrales.

“Los estudios de cohortes grandes y a largo plazo son esenciales para investigar afecciones como la demencia, que puede desarrollarse durante décadas”, ha señalado Wang. “Seguimos reconstruyendo esta historia para comprender los mecanismos que causan la demencia y el deterioro cognitivo”, concluye el científico.

Actualizado: 16 de enero de 2025

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