Un estilo de vida mediterráneo reduce el riesgo de muerte por cáncer

La dieta mediterránea es uno de los patrones dietéticos más elogiados por los expertos tras haber demostrado sus múltiples beneficios en diversos estudios científicos. Además, parece ser que sus bondades trascienden fronteras, ya que una nueva investigación ha revelado que las personas que siguen un estilo de vida mediterráneo –que incluye este tipo de alimentación y otros hábitos saludables, como ejercicio físico, un buen descanso y mantener relaciones sociales– tienen menos riesgo de morir por cáncer, por enfermedades cardiovasculares y por cualquier causa.

El nuevo estudio ha sido dirigido por la Universidad Autónoma de Madrid y la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard y se ha centrado en analizar los beneficios de la dieta y el estilo de vida mediterráneos en un contexto no mediterráneo, concretamente, en Reino Unido. Sus resultados se han publicado en Mayo Clinic Proceedings.

“Este estudio sugiere que es posible que las poblaciones no mediterráneas adopten la dieta mediterránea utilizando productos disponibles localmente y adopten el estilo de vida mediterráneo en general dentro de sus propios contextos culturales”, ha explicado la autora principal, Mercedes Sotos Prieto, investigadora Ramón y Cajal en la Universidad Autónoma de Madrid y profesora adjunta de Salud Ambiental en la Escuela T.H. Chan de Harvard. “Estamos viendo la transferibilidad del estilo de vida y sus efectos positivos en la salud”.

Hábitos de vida que pueden reducir el riesgo de muerte hasta un 29%

La dieta mediterránea es rica en frutas, verduras y cereales integrales, y limita los alimentos con sales y azúcares añadidos, y el estilo de vida mediterráneo incluye hábitos saludables que promueven dormir bien, mantenerse físicamente activo y socializar, es decir, compartir tiempo y actividades de ocio con amigos y familiares.

La categoría que medía la actividad física, el descanso y los hábitos sociales y de convivencia se asoció también a un menor riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares

Los investigadores estudiaron los hábitos de vida de 110.799 miembros de la cohorte del Biobanco del Reino Unido, un estudio poblacional de Inglaterra, Gales y Escocia que usa el índice del estilo de vida mediterráneo (MedLife), puntuación que se obtiene de un cuestionario sobre estilo de vida y evaluaciones de la dieta.

Los participantes tenían entre 40 y 75 años y proporcionaron información sobre su estilo de vida de acuerdo con las tres categorías que mide este índice:

• Consumo de alimentos mediterráneos (ingesta de alimentos que forman parte de la dieta mediterránea, como frutas y cereales integrales).
• Hábitos dietéticos mediterráneos (cumplimiento de hábitos y prácticas en torno a las comidas, incluida la limitación de sal y el consumo de bebidas saludables).
• Actividad física, descanso y hábitos sociales y de convivencia (adherencia a hábitos de estilo de vida que incluyen dormir siestas regularmente, hacer ejercicio y pasar tiempo con los amigos).

Las puntuaciones más altas indicaban una mayor adherencia al estilo de vida mediterráneo, y al cabo de nueve años los investigadores examinaron los resultados y comprobaron que entre la población del estudio habían fallecido por todas las causas 4.247 personas, 2.401 por cáncer y 731 por enfermedad cardiovascular.

Al analizar esas muertes y las puntuaciones de MedLife observaron una asociación inversa entre la adherencia al estilo de vida mediterráneo y el riesgo de mortalidad: los participantes con puntuación MedLife más alta tenían un 29% menos riesgo de mortalidad por todas las causas y un 28% menos riesgo de mortalidad por cáncer en comparación con aquellos con las puntuaciones MedLife más bajas.

La adherencia a cada categoría de las tres de MedLife se asoció de forma independiente con un menor riesgo de mortalidad por cáncer y por cualquier causa, pero, además, la categoría que medía la actividad física, el descanso y los hábitos sociales y de convivencia se asoció también a un menor riesgo de mortalidad por enfermedades cardiovasculares.