Un tipo de fibra puede agudizar la enfermedad inflamatoria intestinal
06/05/2024
La inulina es un tipo de fibra que se encuentra en ciertos alimentos de origen vegetal y suplementos de fibra y un nuevo estudio que han llevado a cabo investigadores de Weill Cornell Medicine ha encontrado que provoca inflamación en el intestino y exacerba la enfermedad inflamatoria intestinal en un modelo preclínico. Estos sorprendentes hallazgos podrían servir como base para desarrollar intervenciones terapéuticas dietéticas que puedan ayudar a aliviar los síntomas y favorecer la salud intestinal.
El estudio se ha publicado en Journal of Experimental Medicine y muestra que la inulina, que se encuentra en alimentos como el ajo, los puerros y o la alcachofa de Jerusalén, tupinambo o topinambur –un tubérculo con aspecto de jengibre arrugado–, así como en los suplementos de fibra de uso común y en los alimentos a los que se añade fibra, estimula a los microbios en el intestino para que liberen ácidos biliares que aumentan la producción de moléculas que promueven la inflamación intestinal.
Una de esas proteínas, la IL-33, hace que las células inmunitarias llamadas células linfoides innatas del grupo 2 (ILC2) se activen, lo que desencadena una respuesta inmunitaria excesiva similar a una reacción alérgica. Esa respuesta inmune excesiva intensifica el daño intestinal y los síntomas en un modelo animal de enfermedad inflamatoria intestinal.
La fibra dietética, incluida la inulina, se considera esencial en una dieta saludable para la mayoría de las personas. Los microbios intestinales convierten la inulina y otros tipos de fibra dietética en ácidos grasos de cadena corta que activan las células inmunitarias llamadas células T reguladoras, que ayudan a reducir la inflamación y tienen otros efectos beneficiosos en todo el organismo, lo que ha llevado a un significativo aumento del uso de fibra dietética como aditivo, tanto en alimentos, como en suplementos, y la inulina purificada o la raíz de achicoria rica en inulina suele ser la principal fuente de fibra.
"La inulina ahora está en todas partes , desde ensayos clínicos hasta refrescos prebióticos", afirmó el autor principal Mohammad Arifuzzaman, asociado postdoctoral en Weill Cornell Medicine. Él y sus colegas esperaban que la inulina también tuviera efectos protectores en la enfermedad inflamatoria intestinal, pero encontraron justo lo contrario.
Dietas ricas en fibra y enfermedad inflamatoria intestinal
Incluir inulina en la dieta de ratones en el contexto de un modelo de enfermedad inflamatoria intestinal aumentó la producción de ciertos ácidos biliares por grupos específicos de bacterias intestinales. El aumento de ácidos biliares impulsó la producción de una proteína inflamatoria denominada IL-5 por parte de las ILC2. Las ILC2 tampoco lograron producir una proteína protectora de tejidos llamada anfirregulina.
En respuesta a estos cambios, el sistema inmunitario promueve la producción de células inmunes llamadas eosinófilos, que aumentan aún más la inflamación y el daño tisular. Un estudio de 2022 realizado por el mismo equipo de investigadores mostró que esta avalancha de eosinófilos puede ayudar a proteger contra las infecciones por parásitos. Sin embargo, en el modelo de enfermedad inflamatoria intestinal, esta reacción en cadena exacerbó la inflamación intestinal, la pérdida de peso y otros síntomas como la diarrea.
En estudios traslacionales basados en pacientes, el equipo también analizó muestras de tejido humano, sangre y heces del Banco de Células Vivas del Instituto Jill Roberts de Investigación en Enfermedad Inflamatoria Intestinal de Weill Cornell Medicine. Este análisis reveló que los pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal, al igual que los ratones alimentados con inulina, tenían niveles más altos de ácidos biliares en la sangre y las heces y niveles excesivos de eosinófilos en el intestino en comparación con las personas sin la afección.
"El presente estudio muestra que no todas las fibras son iguales en cuanto a cómo influyen en la microbiota y el sistema inmunológico del cuerpo"
Los resultados sugieren que la cascada de inflamación similar a la de los ratones alimentados con inulina ya está activada en humanos con enfermedad inflamatoria intestinal, y la ingesta dietética de inulina puede agravar más la enfermedad. Estos descubrimientos inesperados pueden ayudar a explicar por qué las dietas ricas en fibra a menudo exacerban la enfermedad inflamatoria intestinal en los pacientes y pueden ayudar también a los científicos a desarrollar dietas terapéuticas para reducir los síntomas y el daño intestinal en pacientes con enfermedad inflamatoria intestinal o afecciones relacionadas.
Se necesitan con urgencia nuevas terapias para estas afecciones intestinales cada vez más comunes. Las terapias biológicas existentes pueden aumentar el riesgo de desarrollar infecciones o enfermedades autoinmunes, que hacen que el sistema inmunológico ataque al cuerpo.
"El presente estudio muestra que no todas las fibras son iguales en cuanto a cómo influyen en la microbiota y el sistema inmunológico del cuerpo", dijo el autor principal David Artis, director del Instituto Jill Roberts para la Investigación de la Enfermedad Inflamatoria Intestinal y director del Centro Friedman de Nutrición e Inflamación de Weill Cornell Medicine. "Estos hallazgos podrían tener implicaciones más amplias para la administración de nutrición de precisión a pacientes individuales para promover su salud general en función de sus síntomas únicos, la composición de su microbiota y sus necesidades dietéticas", concluye.
Actualizado: 6 de mayo de 2024