Valencianos patentan un método sostenible que elimina la listeria con eficacia
17/01/2025
La Listeria monocytogenes es una bacteria que provoca la muerte de decenas de personas cada año. Este patógeno puede causar una infección denominada listeriosis que se transmite principalmente a través de alimentos contaminados y que es especialmente grave en el caso de las embarazadas, ya que puede afectar también a su bebé.
Se trata de un patógeno muy resistente porque es capaz de prosperar a bajas temperaturas (como la de una nevera) y sobrevivir en ambientes hostiles. Además, los métodos tradicionales para eliminarlo pueden ser perjudiciales para la salud y generan residuos. Ahora, investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Agroquímica y Tecnología de Alimentos (IATA) y el Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP, CSIC-UPV) han patentado un nuevo sistema más eficiente para combatir esta bacteria.
Los investigadores han combinado dos herramientas biológicas llamadas enzimas que han logrado eliminar hasta el 99,99% de las células de listeria en ensayos. Además de eficaz, este nuevo método es inocuo y no genera residuos peligrosos, por lo que tiene un gran potencial para su aplicación directa en alimentos.
Una bacteria peligrosa y difícil de combatir en el ámbito alimentario
Listeria monocytogenes puede contaminar desde carnes procesadas hasta productos lácteos no pasteurizados y alimentos listos para consumir. Es capaz de sobrevivir en condiciones extremas, con bajas temperaturas y niveles elevados de salinidad, y puede desencadenar enfermedades graves, sobre todo en personas inmunodeprimidas, mujeres embarazadas, adultos mayores y niños.
Su control constituye un desafío para la industria alimentaria y, aunque las empresas del sector emplean desinfectantes químicos como compuestos clorados, sales de amonio o alcoholes, que son muy efectivos, estos también tienen efectos indeseados, ya que pueden conllevar un riesgo para la salud humana y generan residuos tóxicos.
El nuevo método está basado en una combinación de enzimas para combatir a esta bacteria. Las enzimas son unas pequeñas máquinas que aceleran las reacciones químicas necesarias para la vida. En concreto, utilizan una endolisina, una enzima derivada de un bacteriófago, un virus caza-bacterias, y una enzima de origen fúngico, la glucosa oxidasa –que se encuentra en alimentos como la miel y se usa como aditivo o conservante–, modificada genéticamente para esta investigación.
“La estrategia empleada es muy efectiva para la limpieza de superficies en entornos alimentarios, y presenta un gran potencial para su aplicación directa en alimentos en el futuro”
“Separadas, estas enzimas tienen una eficacia limitada, pero juntas lograron un efecto sinérgico excelente contra Listeria monocytogenes, debido a que presentan distintos modos de acción”, explica Julia Marín, investigadora del IATA y profesora de la Universitat de València que participa en el estudio, en una nota publicada por el CSIC. La primera degrada la pared celular de las bacterias, mientras que la segunda genera peróxido de hidrógeno (agua oxigenada), agente oxidativo que resulta letal. El tratamiento combinado elimina el 99,99% de las células de listeria en los ensayos realizados, que se publican en la revista Biomolecules.
Esta combinación también ha permitido disminuir las concentraciones de glucosa oxidasa y endolisina para obtener un efecto antimicrobiano, minimizando posibles efectos adversos sobre las características y propiedades organolépticas de los alimentos. “La estrategia empleada es muy efectiva para la limpieza de superficies en entornos alimentarios, y presenta un gran potencial para su aplicación directa en alimentos en el futuro”, añade Julio Polaina, integrante del equipo de investigación del IATA-CSIC.
Además, “la probabilidad de que las bacterias desarrollen resistencia a ambas enzimas de forma simultánea es baja, dada la naturaleza combinada y específica del tratamiento”, concluye. “Este enfoque no solo es eficaz, sino también respetuoso con el medio ambiente. A diferencia de los desinfectantes químicos tradicionales, estas enzimas no son tóxicas, ni tampoco generan residuos peligrosos”, amplía José Antonio Darós, investigador del CSIC en el IBMCP que participa en la investigación.
“El ‘cóctel enzimático’ empleado en esta investigación representa un método novedoso, con mucho potencial como agente desinfectante y como conservante en alimentos para las empresas del sector”, explica David Talens, investigador del IATA-CSIC que ha participado en esta investigación. El tratamiento desarrollado por el personal del CSIC representa una revolución potencial en la lucha contra los patógenos alimentarios. “Aunque es necesario seguir investigando para escalar nuestra investigación a nivel industrial, las perspectivas son alentadoras”, concluyen.
Fuente: Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) e IATA
Actualizado: 17 de enero de 2025