Aunque seas joven y deportista así daña tu salud pasar mucho tiempo sentado

Las personas que permanecen sentadas más de 60 horas a la semana tienen más riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y un envejecimiento prematuro, aunque sean jóvenes y realicen ejercicio moderado a diario.
Joven empresario trabajando sentado en el escritorio de su despacho

04/11/2024

La ajetreada vida que llevan los millennials –personas nacidas entre 1981 y 1994, aunque esto puede variar en función de la fuente consultada– incluye largos desplazamientos en automóvil u otros medios de transporte, jornadas laborales frente al ordenador o atendiendo llamadas, y tardes y fines de semana o festivos viendo la televisión o consultando las redes sociales, lo que arroja un saldo de más de 60 horas semanales sentados. Ahora, un nuevo estudio ha revelado que esto podría aumentar su riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, además de acelerar otros signos del envejecimiento.

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La investigación ha sido realizada por expertos de Universidad de Colorado Boulder y la Universidad de California Riverside, que han analizado datos de más de 1.000 personas –incluidos 730 gemelos– para determinar cómo afectaba el tiempo que pasaban sentadas a indicadores de salud como el colesterol y el índice de masa corporal (IMC) en adultos jóvenes.

Este estudio es uno de los primeros que analiza este impacto en personas de entre 28 y 49 años, con una edad promedio de 33 años. Sus resultados se han publicado en PLOS One y han revelado que cumplir con las pautas mínimas de actividad física –unos 20 minutos de ejercicio moderado al día– no es suficiente para contrarrestar los efectos negativos de pasar la mayor parte del día sentado.

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“Nuestra investigación sugiere que puede ser necesario sentarse menos durante el día, hacer ejercicio más vigoroso, o una combinación de ambos, para reducir el riesgo de envejecimiento prematuro en la edad adulta temprana”, ha afirmado Chandra Reynolds, profesora del Departamento de Psicología y Neurociencias y del Instituto de Genética Conductual y autora principal del estudio, en una nota publicada por la Universidad de Colorado Boulder.

La juventud, una etapa clave para retrasar los signos de envejecimiento

Ryan Bruellman, autor principal del estudio y candidato a doctorado en el Departamento de Genética, Genómica e Informática de UC Riverside, se interesó en este tema al observar que, tras la pandemia, él y otros jóvenes pasaban sentados mucho más tiempo. “Los jóvenes suelen pensar que son inmunes a los efectos del envejecimiento. Se dicen: ‘Mi metabolismo es excelente, no tengo que preocuparme hasta que tenga 50 o 60 años’”, comenta Bruellman. “Pero lo que haces durante este momento crítico de la vida es importante”.

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Caminar después del trabajo no es suficiente Los participantes del estudio indicaron que pasaban casi 9 horas diarias sentados, llegando algunos a estar hasta 16 horas en esta posición. Además, realizaban un promedio de entre 80 y 160 minutos de actividad física moderada a la semana, y menos de 135 minutos de ejercicio vigoroso.

Los investigadores analizaron dos indicadores clave de envejecimiento cardíaco y metabólico: la relación colesterol total/HDL y el índice de masa corporal (IMC). Comprobaron que cuanto más tiempo se pasa sentado, más rápido parecen aparecer los signos de envejecimiento y que realizar un poco de actividad moderada al final de un día de largas horas sentado no parece ser suficiente para mitigar estos efectos.

“Nuestra investigación sugiere que puede ser necesario sentarse menos durante el día, hacer ejercicio más vigoroso, o una combinación de ambos, para reducir el riesgo de envejecimiento prematuro”

De esta forma, los adultos jóvenes que pasaban 8,5 horas sentados cada día y cumplían solo con las recomendaciones mínimas de ejercicio podían ingresar en una categoría de “riesgo moderado a alto” para enfermedades cardiovasculares y metabólicas, según los autores. “Hacer una caminata rápida después del trabajo puede no ser suficiente”, señaló Reynolds. “Aunque esto se hace más evidente con la edad, mostramos que estas asociaciones ya comienzan a emerger en la adultez temprana”.

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No obstante, el ejercicio vigoroso sí tuvo un efecto amortiguador. Aquellos que realizaban ejercicio intenso, como correr o andar en bicicleta, durante 30 minutos diarios tenían niveles de colesterol y un IMC similares a los de personas 5 a 10 años más jóvenes que pasaban el mismo tiempo sentadas, pero sin hacer ejercicio. Sin embargo, el estudio concluyó que incluso el ejercicio vigoroso no puede contrarrestar completamente los efectos negativos de pasar muchas horas sentado.

Gemelos con los mismos genes y estilos de vida diferentes

El estudio de gemelos idénticos es especialmente útil porque comparten el 100% de sus genes y esto permite descartar factores genéticos y centrarse en las diferencias de estilo de vida. Al analizar gemelos con hábitos diferentes de sedentarismo y actividad física, los investigadores descubrieron que reemplazar el tiempo sentado por ejercicio era más efectivo para mejorar los niveles de colesterol que añadir ejercicio a un día excesivamente sedentario.

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En conclusión, los investigadores recomiendan hacer ambas cosas: reducir el tiempo sentado y aumentar la actividad física. Usar un escritorio de pie, hacer pausas y organizar reuniones caminando pueden ayudar a reducir el tiempo sedentario en el trabajo. Siempre que sea posible, hay que realizar al menos 30 minutos de actividad vigorosa diaria o sesiones de ejercicio intenso durante el fin de semana, sugiere Bruellman.

Bruellman espera que el estudio sirva como una llamada de atención para que los responsables de políticas sanitarias revisen las pautas de actividad física y especifiquen cuánto tiempo sentado es demasiado. Mientras tanto, Reynolds insta a los adultos jóvenes a adoptar ahora medicas que podrían beneficiar su salud en el futuro: “Este es el momento de crear hábitos que beneficien la salud a largo plazo.”

Actualizado: 4 de noviembre de 2024

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