Correr para huir del estrés puede generar dependencia del ejercicio

Practicar running para combatir el estrés cotidiano y evadirse de la realidad –que se conoce como escapismo– podría tener un efecto contrario al deseado, porque puede provocar dependencia del ejercicio y reducir la sensación de bienestar.
Un hombre y una mujer practicando running

26/01/2023

Los beneficios del ejercicio físico se han puesto de manifiesto en numerosos estudios científicos, y también el running tienen ventajas para la salud física y mental, sin embargo, cuando esta actividad se practica para afrontar el estrés cotidiano puede tener consecuencias negativas porque podríamos llegar a desarrollar dependencia del ejercicio, una especie de adicción a la actividad física. Correr de forma recreativa y como una forma de escapismo –evasión o huida mental de la realidad– tendría, por lo tanto, un efecto contraproducente en algunos casos.

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Esta es al menos la conclusión a la que han llegado los autores de una nueva investigación que se ha publicado en Frontiers in Psychology. Y es que, según ha declarado el Dr. Frode Stenseng de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología y autor principal del artículo: “El escapismo es un fenómeno cotidiano entre los humanos, pero se sabe poco sobre sus fundamentos motivacionales, cómo afecta las experiencias y los resultados psicológicos”.

Correr para evadirse de la realidad

Muchas de las actividades que llevamos a cabo cada día son en realidad una forma de escapismo porque su objetivo es entretenernos o divertirnos para que podamos evadirnos de los problemas e intentar olvidar los aspectos negativos de la vida. “La recompensa psicológica del escapismo es una menor autoconciencia, menos rumiación y un alivio de los pensamientos y emociones más apremiantes o estresantes”, afirma Stenseng.

Percibir un menor bienestar podría ser tanto una causa como una consecuencia de la dependencia del ejercicio

El escapismo puede ser positivo si nos ayuda a mejorar nuestra perspectiva de la realidad, pero también puede funcionar como una distracción de problemas que es necesario resolver. Se denomina autoexpansión al escapismo adaptativo en el que se buscan experiencias positivas, y se conoce como autosupresión el escapismo desadaptativo, que se basa en evitar experiencias negativas. Y se puede correr como exploración o como evasión.

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Según Stenseng: “Estas dos formas de escapismo se derivan de dos mentalidades diferentes, para promover un estado de ánimo positivo o prevenir un estado de ánimo negativo”. Las actividades escapistas que se realizan para la autoexpansión no solo tienen un impacto más positivo, sino que proporcionan más beneficios a largo plazo, mientras que la autosupresión, tiende a eliminar tanto las emociones positivas, como las negativas, y conduce a la evitación.

El escapismo negativo se asocia con la dependencia del ejercicio

Los investigadores seleccionaron a 227 corredores recreativos (50% hombres y 50% mujeres) cuyas técnicas de carrera eran muy variadas, que contestaron a encuestas con la finalidad de investigar tres aspectos diferentes del escapismo y la dependencia del ejercicio: una escala de escapismo que medía la preferencia por la autoexpansión o la autosupresión, una escala de dependencia del ejercicio, y una escala de satisfacción con la vida que pretendía evaluar el bienestar subjetivo de los participantes.

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Comprobaron así que la autoexpansión se relacionó positivamente con el bienestar, y la autosupresión se relacionó negativamente con el bienestar. Aunque ambos tipos de escapismo estaban asociados a la dependencia del ejercicio, la vinculación de la autosupresión era mucho más potente. La edad, el género, o la cantidad de tiempo que una persona pasó corriendo no se relacionaron con el escapismo, pero influyeron sobre la relación entre el bienestar y la dependencia del ejercicio. Independientemente de que un individuo cumpla o no con los criterios para la dependencia del ejercicio, la preferencia por la autoexpansión seguiría estando vinculada a un sentido más positivo de su propio bienestar.

Los resultados revelaron que la dependencia del ejercicio elimina los potenciales aumentos de bienestar que aporta la práctica de ejercicio, pero sugieren que percibir un menor bienestar podría ser tanto una causa como una consecuencia de la dependencia del ejercicio; es decir, que la dependencia podría ser provocada por un menor bienestar, además de promoverlo. Del mismo modo, experimentar una autoexpansión positiva podría ser un factor psicológico que contribuya a la dependencia del ejercicio.

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En opinión de Stenseng los hallazgos del estudio pueden ayudar a la gente a comprender su motivación y utilizarse “con fines terapéuticos para las personas que luchan con una participación desadaptativa en su actividad”, aunque el científico reconoce que es necesario llevar a cabo nuevos estudios para esclarecer otras dinámicas motivacionales y resultados en el escapismo.

Actualizado: 27 de enero de 2023

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