Ejercicio y glaucoma, aconsejan mascarillas quirúrgicas mejor que FFP2

Un grupo de investigadores recomienda que los pacientes con glaucoma realicen ejercicio con mascarillas quirúrgicas, pues parece ser que el esfuerzo físico llevando una FFP2 puede aumentar la presión intraocular.
Ejercicio y glaucoma

23/04/2021

Los pacientes con glaucoma –un trastorno ocular grave que es la principal causa de ceguera irreversible en el mundo– no deberían usar mascarillas FFP2 mientras hacen ejercicio físico, pues este tipo de cubrebocas podría aumentar los niveles de presión intraocular. Esta ha sido la principal conclusión a la que ha llegado un grupo de investigadores internacionales, entre los que se encuentran miembros de la Universidad de Granada (UGR).

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Se ha demostrado que el ejercicio físico aeróbico de baja intensidad es efectivo en pacientes con glaucoma, pues ayuda a reducir la presión intraocular. No obstante, en la investigación, que se ha publicado en la revista Graefe’s Archive for Clinical and Experimental Ophthalmology, se ha encontrado que es mejor priorizar las mascarillas quirúrgicas contra el COVID-19 siempre que el entorno lo permita.

Si o hay un riesgo alto de contagio, es mejor que los pacientes con glaucoma hagan ejercicio con mascarilla quirúrgica, que no afecta a la presión intraocular

En el estudio participaron 13 pacientes con glaucoma de ángulo abierto los cuales hicieron una caminata de 400 metros con una mascarilla quirúrgica, con una mascarilla FFP2, o sin cubrebocas. Para saber cómo afectaban estas variables en la presión intraocular de los sujetos este parámetro se midió cada 80 metros, y tras un periodo de recuperación.

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La mascarilla FFP2 aumentaba la presión intraocular

Los resultados indicaron que cuando se usaba la mascarilla FFP2 había un pequeño aumento de los niveles de presión intraocular, en comparación a cuando se hizo con la quirúrgica, o prescindiendo de cualquiera de ellas. En base a estos hallazgos, los investigadores recomiendan priorizar el uso de la mascarilla quirúrgica siempre y cuando no exista un riesgo muy elevado de contagiarse de COVID-19 durante la práctica deportiva. De esta manera se podría ayudar a mantener los niveles más bajos posibles de presión intraocular.

Es cierto que una de las excepciones del uso de la mascarilla al aire libre es la realización de alguna actividad física individual, sin embargo, los expertos recomiendan usarlas porque, como ya se sabe, la transmisión del COVID-19 se realiza mediante los aerosoles expulsados al hablar, toser, estornudar o respirar, algo que se ve incrementado durante el ejercicio, pues aumenta el ritmo de la respiración y los aerosoles que producimos exhalando podrían llegar aún más lejos que en condiciones de reposo.

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Actualizado: 5 de mayo de 2023

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