El ejercicio físico aumenta la diversidad de la microbiota

Un estudio realizado con deportistas profesionales revela que el ejercicio físico aumenta la diversidad de la microbiota intestinal, reduce el nivel de marcadores inflamatorios y mejora el perfil metabólico.
Deportista profesional nadando

Hacer ejercicio beneficia la flora bacteriana.

Varios estudios han mostrado que existe una asociación entre la microbiota intestintal –las bacterias que habitan en el intestino– y el desarrollo de enfermedades como la obesidad o la diabetes. El tipo de alimentación influye decisivamente sobre esta flora bacteriana, pero los científicos creen que hay otros factores involucrados en la diversidad de la microbiota.

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Por ello, investigadores de la Universidad de Cork, en Irlanda, decidieron comprobar si practicar ejercicio físico podía modificar esta microbiota, y para ello estudiaron a un grupo de 40 jugadores profesionales de rugby que estaban entrenando para la próxima temporada, y lo compararon con otros dos grupos de hombres.

A todos los participantes en el estudio se les realizaron análisis de sangre para medir, entre otros parámetros, los biomarcadores inflamatorios, y también se evaluaron su flora bacteriana, su alimentación, y la actividad física que realizaban.

La diversidad de la microbiota intestinal era significativamente mayor en los deportistas, que también tenían un menor nivel de marcadores inflamatorios y un mejor perfil metabólico

Los resultados del estudio revelaron que aunque el tipo de dieta era clave, la práctica de ejercicio ejercía también una gran influencia sobre la flora bacteriana, y los científicos observaron que en los deportistas la diversidad de la microbiota intestinal era significativamente mayor, y que estos hombres también tenían un menor nivel de marcadores inflamatorios y un mejor perfil metabólico que los hombres incluidos en los otros dos grupos.

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Los autores del trabajo han explicado que la combinación de dieta y ejercicio tiene un gran impacto en la diversidad microbiana, y que han comprobado que en el grupo de los deportistas profesionales esa mayor variedad de bacterias estaba directamente relacionada con la actividad física que realizaban y el consumo de proteínas.

En opinión de los expertos, son necesarias nuevas investigaciones para analizar estos resultados, y comprobar los efectos de la práctica de ejercicio en personas que no se dediquen al deporte profesional, y para descubrir los mecanismos que intervienen en la asociación entre la actividad física y la modificación de la microbiota, que no ha revelado tampoco este estudio.

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Actualizado: 17 de octubre de 2018

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