El riesgo de hacer ejercicio en ambientes contaminados

Expertos de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, han alertado de que realizar ejercicio físico al aire libre en lugares contaminados puede perjudicar la salud, sobre todo en el caso de sufrir enfermedades respiratorias.
Mujer corriendo con una mascarilla

Al practicar ejercicio aeróbico se inhala más aire y la respiración es más profunda.

Practicar ejercicio es fundamental para mantener un estilo de vida saludable, sin embargo, expertos de la Clínica Mayo, en Estados Unidos, han alertado de que realizar actividad física al aire libre en lugares donde existe contaminación ambiental puede resultar perjudicial para la salud, sobre todo en el caso de personas que sufran enfermedades del aparato respiratorio como el asma, trastornos cardiacos o diabetes.

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La exposición al aire contaminado puede deteriorar la salud incluso aunque no se esté realizando ejercicio, pero la combinación de ambos factores, como afirma Edward R. Laskowski, codirector del Centro de Medicina Deportiva del centro médico, incrementa los posibles problemas de salud.

Este especialista ha explicado que esto podría deberse a que cuando se practica ejercicio aeróbico es normal inhalar más aire y que la respiración sea más profunda. Como además el aire se suele inspirar por la boca, no se somete a la acción de filtrado que ejercen las fosas nasales, por lo que las partículas de contaminación presentes en el aire alcanzan más fácilmente los pulmones.

El experto recomienda que antes de salir al exterior a practicar ejercicio se conozcan los niveles de contaminación del aire y se planifiquen los momentos más apropiados

Los principales riesgos para la salud que se derivan de la exposición a una atmósfera contaminada durante la práctica de actividad física son:

  • Mayor riesgo de desarrollar asma o de que empeore el asma u otros problemas pulmonares que pudiese padecer el individuo.
  • Aumento del riesgo de sufrir un ictus o un ataque cardiaco.
  • Incremento del riesgo de fallecer a causa de una enfermedad cardiovascular o un cáncer de pulmón.
  • Daños en las vías respiratorias.

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Para prevenir o reducir al máximo todos estos riesgos, Laskowski recomienda que antes de salir al exterior a practicar ejercicio se conozcan los niveles de contaminación del aire y se planifiquen los momentos más apropiados. Además, es muy importante evitar las zonas con mayor nivel de contaminación, como aquellos lugares cercanos a carreteras o calles muy transitadas, y se debe alternar la actividad física al aire libre con otras que se puedan realizar en el interior, sobre todo en los días o las horas en los que el ambiente exterior se encuentre más contaminado.

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Actualizado: 2 de octubre de 2017

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