Hacer ejercicio activa un gen que protege frente al párkinson

La práctica de ejercicio intenso reduce la acumulación de una proteína clave en el desarrollo del párkinson, y mejora las funciones motoras y cognitivas, según demuestra un estudio en modelos de ratón con esta enfermedad.
Personas realizando ejercicio intenso

Al practicar ejercicio se incrementa la expresión cerebral y muscular del gen DJ1.

02/01/2018

Un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina Anschutz de la Universidad de Colorado (Estados Unidos) ha descubierto por qué hacer ejercicio puede beneficiar a los pacientes de párkinson. Según estos científicos el ejercicio físico intenso puede activar el gen DJ1, que evita que se acumulen en el cerebro proteínas de alfa-sinucleína, que intervienen en la muerte de células cerebrales relacionadas con la enfermedad de Parkinson.

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En la investigación, que se ha publicado en PLoS ONE, se han utilizado modelos de ratón transgénicos con párkinson progresivo asociado a la edad, que empezaron a mostrar síntomas de esta patología cuando estaban en la mitad de su vida, al igual que les sucede a las personas afectadas. Cuando tenían doce meses de edad se instalaron ruedas en sus jaulas, y al cabo de tres meses los roedores que habían corrido en ellas presentaban una función cognitiva y una capacidad de movimiento mucho mejores que los del grupo de control, cuyas ruedas estaban bloqueadas.

El gen DJ1 protege las células cerebrales que liberan dopamina

Curt Freed, profesor de Medicina y jefe de la División de Farmacología Clínica y Toxicología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado, y uno de los autores del trabajo, ha explicado que al practicar ejercicio se incrementa la expresión cerebral y muscular del gen DJ1, que es necesario para el movimiento normal, y que previene que se produzca una acumulación anómala de proteínas en el cerebro.

Al practicar ejercicio se incrementa la expresión cerebral y muscular del gen DJ1, que es necesario para el movimiento normal y previene el párkinson

Según este experto, aunque los experimentos se hayan realizado con modelos animales, los resultados sugieren que si los pacientes de párkinson hacen ejercicio se podría evitar la muerte de las células cerebrales que liberan dopamina –un neurotransmisor imprescindible en el control de los movimientos voluntarios–, y detener el progreso de esta enfermedad neurodegenerativa.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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