Hacer más ejercicio físico ligado a menos riesgo de cáncer de mama
07/09/2022
Estar activo físicamente y evitar el sedentarismo es la mejor manera de mantenerse sano y prevenir enfermedades, entre ellas, el cáncer. Así lo corrobora un reciente macroestudio, publicado en el British Journal of Sports Medicine, que ha descubierto que incrementar los niveles de ejercicio físico podría reducir sustancialmente el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
La investigación, que usó análisis genéticos para establecer un vínculo causal entre los niveles de actividad y el riesgo de cáncer, ha incluido a 130.957 mujeres, de las cuales 69.838 presentaban tumores propagados localmente o invasivos, 6.667 tumores que todavía no lo habían hecho y el resto estaban sanas. Se analizaron los niveles de ejercicio físico de las participantes y se puso también en relación con si habían pasado por la menopausia o no, y por el tipo de cáncer, estadio y grado.
Los resultados observados al poner todos los datos en relación fueron que en todos los tipos y etapas de la enfermedad se encontró que hacer más ejercicio físico y pasar menos tiempo sentado estaba asociado a un 41% menos de riesgo de cáncer de mama invasivo, independientemente de si habían pasado o no la menopausia, el tipo de tumor, su grado y estadio.
Estar mucho tiempo sentado aumenta el riesgo de cáncer de mama
Además, encontraron que la actividad física vigorosa tres o más días de la semana se relacionó con una probabilidad 38% menor de cáncer de mama, en comparación con no hacer ningún tipo de actividad vigorosa. Por último, las que más tiempo pasaban sentadas tenían un 104% más de riesgo de cáncer de mama triple negativo.
Pasar mucho tiempo sentada incrementa hasta un 104% el riesgo de desarrollar cáncer de mama triple negativo
“El efecto es más consistente para el ejercicio físico en general y menos para el ejercicio vigoroso. Otro dato importante del estudio es que, gracias a su tamaño muestral, ofrece información por subtipo de tumor, confirmando que el ejercicio tiene un papel protector para todos los subtipos”, ha declarado Marina Pollán, directora del Centro Nacional de Epidemiología, centro propio del Instituto de Salud Carlos III que no participó en el estudio, a SMC España.
Según han dado a conocer los investigadores, la explicación que podría estar detrás de sus hallazgos podría estar relacionada con las numerosas vías causales entre la actividad física y el riesgo de cáncer de mama, como puede ser el sobrepeso o la obesidad, el metabolismo alterado, la inflamación o las hormonas sexuales.
“El aumento de la actividad física y la reducción del tiempo sedentario ya se recomiendan para la prevención del cáncer. Nuestro estudio agrega más evidencia de que es probable que dichos cambios de comportamiento reduzcan la incidencia de las tasas futuras de cáncer de mama”, concluyen los autores.
Hasta ahora, en otros estudios observacionales similares se dudaba de si las tasas de cáncer de mama más bajas estaban causadas por la actividad física o bien si esa relación podría confundirse con otros factores, “por ejemplo, las mujeres que tienden a ser más activas físicamente también podrían tener estilos de vida más saludables de otras maneras”, apuntaba Brigid Lynch, profesora del Cancer Council Victoria y autora principal del estudio. Lynch corrobora que este nuevo estudio “sugiere que ciertamente es un efecto causal: la actividad física reduce el riesgo de desarrollar cáncer de mama”.
Una limitación del estudio, que extrajo datos del Biobanco del Reino Unido y de otros 76 estudios del Consorcio de la Asociación de Cáncer de Mama (BCAC), fue que solo incluyó datos de mujeres de ascendencia europea.
Actualizado: 5 de mayo de 2023