La práctica de ejercicio suave facilita el aprendizaje de idiomas

Realizar ejercicio, concretamente bicicleta estática, mientras se estudia un idioma en la etapa adulta mejora su capacidad de retener, memorizar, entender y aplicar el nuevo vocabulario. Este ha sido el resultado de un estudio, publicado en la revista PLOS One y que ha sido llevado a cabo de manera conjunta por investigadores chinos e italianos.

Según han expuesto los autores del estudio, los adultos que intentan aprender otra lengua tienen más dificultades que los niños, pues el cerebro con el paso de los años pierde algunas capacidades para el lenguaje, lo que se traduce en una plasticidad menor en las zonas del cerebro relacionadas con el idioma.

Sin embargo, practicar ejercicio de manera suave podría ayudar a asimilar mejor el vocabulario y aprender mejor otra lengua. Esto ha sido demostrado en la investigación con un grupo de 40 hombres y mujeres chinos que fueron separados en dos grupos, uno de ellos tomó clases de inglés de manera tradicional durante 15 minutos (sentados y memorizando términos por repetición), y la otra mitad lo hicieron mientras pedaleaban en bicicletas estáticas de manera suave, casi al 60% de su capacidad aeróbica máxima, pero con la diferencia de que comenzaron a hacer ejercicio 20 minutos antes de la clase, continuando con esta actividad durante 15 minutos una vez iniciada la lección de inglés.

Posible causa, la liberación de neuroquímicos

Todos los alumnos tuvieron ocho clases repartidas en dos meses de estudio. Después de cada clase se les realizó un test para analizar sus conocimientos adquiridos y los que estuvieron pedaleando tuvieron mejores calificaciones y fueron más competentes a la hora de reconocer oraciones que los que estaban sentados. También se demostró que el vocabulario y la comprensión en otro idioma duró más en los que tomaron las clases en las bicicletas.

La plasticidad del cerebro mejora con el ejercicio, pues se liberan neuroquímicos que mejoran las conexiones neuronales

En el estudio no se profundiza en las posibles causas de esta mejora, pero trabajos previos han expuesto que podría deberse a que el ejercicio fomenta la liberación en el cerebro de varios neuroquímicos, los cuales incrementan el número de células y mejora las conexiones entre las neuronas. Todo ello mejora la plasticidad del cerebro, que lo hace más receptivo a la información nueva.