Los cabezazos en futbolistas elevan su riesgo de alzhéimer, párkinson o ELA
23/10/2024
Practicar ejercicio regularmente reduce el riesgo de enfermedades y favorece un envejecimiento saludable. Sin embargo, en el caso del fútbol, aunque puede contribuir a mejorar la función respiratoria y cardiovascular en los deportistas aficionados, en los futbolistas de élite podría tener consecuencias negativas a largo plazo en forma de un mayor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas. De hecho, cada vez son más los futbolistas retirados que presentan una de estas enfermedades décadas o años después de dejar el fútbol profesional. Por ejemplo, cinco de los once jugadores de la selección inglesa que ganaron la Copa del Mundo en 1966 desarrollaron demencia. También es conocida la incidencia inusualmente alta de esclerosis lateral amiotrófica en futbolistas de élite como Miguel Ángel Unzúe, Borgonovo o Lombardi. Sin duda, un vínculo preocupante cuyo orígen en estos deportistas ha sido un enigma.
Ahora, un grupo de neurólogos españoles ha llevado a cabo un análisis sobre los impactos en la cabeza que sufren los jugadores profesionales en los Mundiales de Fútbol durante los últimos 50 años, y ha observado un aumento considerable en la frecuencia de estos golpes, que se atribuye a un estilo de juego más agresivo, competitivo y basado en una mayor potencia física.
Los resultados del estudio se han publicado en la revista The Lancet Neurology y sugieren que este fenómeno podría derivar en un aumento de casos de demencia, párkinson y esclerosis lateral amiotrófica (ELA) entre los futbolistas en los próximos años. La investigación fue realizada por un equipo de la Universidad de Barcelona y el grupo de Neurofisiología clínica del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (IDIBAPS).
Más riesgo de enfermedades neurodegenerativas y trastornos del sueño REM
Los investigadores examinaron detalladamente 120 vídeos de partidos correspondientes a cuatro Mundiales de fútbol celebrados en los últimos 50 años: el Mundial de Alemania 1974, el Mundial de Italia 1990, el Mundial de Alemania 2006 y el Mundial de Qatar 2022. Los resultados revelaron un incremento significativo en el número de golpes en la cabeza, registrando 4.478 golpes en los torneos de 1974 y 1990, frente a 5.355 golpes en los de 2006 y 2022.
El análisis muestra un aumento tanto en las colisiones entre jugadores (incluyendo codazos en la cabeza) como en los repetidos cabezazos al balón. En un 33% de las colisiones registradas fue necesaria atención médica, y en cinco ocasiones los jugadores se vieron obligados a abandonar el campo, todas ellas ocurridas entre 2006 y 2022. Esta evolución se debe a que el estilo de juego en el fútbol ha cambiado en los últimos 50 años, volviéndose más físico, agresivo y competitivo.
Estudios epidemiológicos anteriores ya habían evidenciado una mayor incidencia de enfermedades neurodegenerativas entre los futbolistas profesionales, como el alzhéimer, el párkinson, la ELA y trastornos del sueño REM. Se cree que estos problemas neurológicos están relacionados con la exposición constante a impactos en la cabeza que sufren los jugadores a lo largo de su carrera deportiva.
En un 33% de las colisiones registradas fue necesaria atención médica, y en cinco ocasiones los jugadores se vieron obligados a abandonar el campo de fútbol
Investigaciones anteriores se centraron en futbolistas que jugaron profesionalmente entre las décadas de 1950 y 1970, quienes desarrollaron enfermedades neurodegenerativas años después de retirarse. Por lo tanto, el aumento en la cantidad de golpes en la cabeza detectados en este nuevo estudio sugiere que en los próximos años podría elevarse la incidencia de estas enfermedades entre los futbolistas de élite.
Con el objetivo de profundizar en esta línea de investigación, el equipo ha recibido recientemente dos becas para realizar un seguimiento a jugadores veteranos de fútbol y rugby, con el fin de evaluar la aparición de marcadores de enfermedades neurodegenerativas en estado latente.
Cómo prevenir lesiones y sus consecuencias
Se estima que un jugador profesional de fútbol recibe alrededor de 2.000 cabezazos a lo largo de una carrera de 20 años. Además, tras 10 años en la profesión, hay un 50% de probabilidad de que sufra una conmoción cerebral debido a un cabezazo.
Para mitigar estos riesgos, se han propuesto medidas preventivas como la implementación de programas educativos, la actualización de las normativas del juego y el uso de equipamiento protector.
Actualizado: 23 de octubre de 2024