Los pacientes con lumbalgia deben evitar el reposo y hacer ejercicio
24/10/2023
Evitar estar en reposo y mantenerse activo realizando ejercicio físico son los consejos de los expertos de la Sociedad Española de Reumatología (SER) para recuperarse antes y mejor de la lumbalgia, una afección que experimentará al menos el 80% de la población en algún momento de su vida, mientras que un 23% sufrirá algún episodio de dolor lumbar crónico, advierten.
Desde la SER han querido informar a los pacientes con enfermedades reumáticas de la importancia del ejercicio físico para mejorar su bienestar, y a la población general de su utilidad para prevenir el desarrollo de estas patologías, y para ello en 2020 lanzaron la campaña ‘Reumafit’, que también se centra en refutar falsas creencias como la necesidad de hacer reposo prolongado y evitar los movimientos de la columna cuando tienen dolor lumbar porque “lo que se ha demostrado es que evitar el reposo en cama e intentar volver lo antes posible a la actividad facilita la recuperación”, explica la Dra. Raquel Almodóvar, reumatóloga del Hospital Universitario Fundación Alcorcón (Madrid) y una de las coordinadoras de esta iniciativa.
“Se estima que un 23% de la población general tendrá en algún momento de su vida algún episodio de dolor lumbar crónico, es decir, dolor persistente de más de tres meses de duración. Además, en un 11-12% de la población el dolor lumbar producirá, en alguna ocasión, una limitación en sus actividades. Estas cifras hacen que el dolor lumbar sea la principal causa de discapacidad en España y a nivel mundial, sobre todo en adultos en edad laboral, lo cual refleja la importancia de abordar dicha manifestación y, en la medida de lo posible, intentar prevenirla”, añade la experta.
“Hacer ejercicio físico de tipo aeróbico o cardiovascular, así como ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la cadera y del tronco, disminuye el riesgo de tener dolor lumbar”
La SER explica la clasificación de los tipos de lumbalgia y su tratamiento recomendado en función de la causa, “ya que el tipo de ejercicio se debe individualizar en cada caso”, detalla la especialista en Reumatología. En concreto, se estima que el 15% de los casos de dolor lumbar se debe a un cuadro clínico específico que puede ser por espondiloartritis, patología discal, lumbociática, estenosis de canal o fractura vertebral osteoporótica, entre otras; mientras que menos de uno de cada 1.000 son casos de dolor lumbar como signo de alerta de un problema grave.
Lo más común, sin embargo, es el dolor lumbar inespecífico o idiopático, en el que no se puede determinar la causa, es decir, la estructura anatómica que está provocando el dolor. La especialista señala que “un importante avance es que se sabe que, en la mayor parte de los casos, no hay un daño permanente de alguna de las estructuras que constituyen la columna vertebral y que sea responsable del dolor”.
Dolor lumbar inespecífico: por qué evitar el reposo
Los expertos de la SER insisten en rebatir falsos mitos y afirman que el dolor lumbar persistente no suele deberse a un daño importante de los tejidos, que la resonancia magnética sólo es útil en una minoría de personas con dolor lumbar y que, aunque el dolor lumbar prolongado puede llegar a ser preocupante, rara vez es peligroso.
Tener dolor lumbar con algunos movimientos y al realizar determinados ejercicios no significa que se esté dañando la espalda, afirman. Y añaden que tener periodos o momentos de dolor lumbar más intenso no significa que el daño de la columna esté aumentando. Además, explican que el envejecimiento tampoco es la causa de que el dolor lumbar persista en el tiempo, de igual forma que la causa del dolor lumbar persistente no son las malas posturas, y que las infiltraciones o inyecciones en la columna o la cirugía habitualmente no curan el dolor de espalda.
Indican que hace años que se sabe que recomendar al paciente con dolor lumbar que intente mantenerse activo es mejor que aconsejarle realizar reposo prolongado, y por ello deben evitar el reposo en cama e intentar volver lo antes posible a la actividad, ya que facilita la recuperación.
“La actividad física tiene un efecto beneficioso sobre todos los tejidos del organismo y, especialmente, en los que forman el aparato locomotor. Se ha demostrado que la actividad física y el ejercicio son un aspecto esencial para la prevención y el tratamiento del dolor lumbar. Efectuar ejercicio físico de tipo aeróbico o cardiovascular (caminar, correr, nadar…) de forma habitual, así como realizar ejercicios específicos para fortalecer los músculos de la cadera y del tronco, disminuye el riesgo de tener dolor lumbar (posee un efecto preventivo)”, detalla la Dra. Almodóvar.
Asimismo, se recomienda que las personas con dolor lumbar traten de sacar el máximo partido a las medidas sencillas que carecen de efectos secundarios y a las que puedan recurrir de forma independiente, ya sea la aplicación de calor local, los programas de ejercicio terapéutico (taichí, Yoga, Pilates…) o caminar, entre otras.
Dolor lumbar por fractura vertebral osteoporótica: recomendaciones
En este caso, los expertos de la SER explican que puede ser necesario permanecer en reposo los primeros días hasta que el dolor permita realizar pequeños paseos, que pueden aumentarse progresivamente en función de la tolerancia al dolor, porque realizar ejercicio de forma regular, como caminar, contribuye a mantener la densidad de los huesos.
Una vez superado el periodo de dolor intenso, se debe proponer a esos pacientes un programa que combine ejercicios de fortalecimiento y de equilibrio, con la finalidad de mejorar la fuerza muscular y reducir el riesgo de nuevas caídas. Dos ejercicios sencillos para comenzar son el ejercicio de báscula pélvica tumbado en el suelo y el ejercicio de elevación del tronco tumbado. Estos programas específicos de ejercicios pueden ayudar a reducir también las necesidades de analgésicos, según la Dra. Almodóvar.
Fuente: Sociedad Española de Reumatología (SER
Actualizado: 24 de octubre de 2023