Los porteros de fútbol perciben el mundo de una manera diferente

Siempre se ha dicho que los porteros de fútbol son diferentes, de otra pasta, unos tipos peculiares, dotados de unos reflejos en muchos casos fuera de lo común. Sin embargo, la ciencia podría corroborar este dicho popular. Y es que, en este deporte, los guardametas necesitan tomar una gran cantidad de decisiones en poco tiempo basándose en información sensorial limitada o incompleta para evitar que el equipo contrario marque un gol. Ahora, un nuevo estudio ha encontrado evidencias científicas que indican que los porteros de fútbol perciben el mundo que les rodea de una forma muy distinta a la de otros jugadores y procesan con rapidez información procedente de múltiples señales sensoriales.

El estudio se ha publicado en Current Biology y ha sido realizado por investigadores de la Universidad de la Ciudad de Dublín (DCU), que se plantearon la hipótesis de que los porteros profesionales mostrarían un procesamiento temporal multisensorial mejorado en relación con sus homólogos de campo.

Para comprobar si estaban en lo cierto reclutaron a 60 voluntarios, entre guardametas profesionales, jugadores profesionales de fútbol y un grupo de individuos de edad similar que no jugaban al fútbol, y buscaron diferencias entre los tres grupos en lo que se conoce como ventanas de unión temporal, que es la ventana horaria dentro de la cual es probable que las señales de los diferentes sentidos se fusionen o se integren.

El procesamiento temporal multisensorial de los guardametas también podría haber mejorado debido a la exposición repetida a estímulos audiovisuales

En cada prueba mostraron a los participantes una o dos imágenes (estímulos visuales) en una pantalla. Esas imágenes podrían ser presentadas junto con uno, dos o ningún pitido (estímulos auditivos). Estos estímulos auditivos se utilizaron para interferir en la visualización de las imágenes y estuvieron separados por diferentes cantidades de tiempo.

Los guardametas procesan más rápido diferentes señales

Los investigadores comprobaron que los porteros tenían una ventana de unión temporal más estrecha en relación con los otros jugadores y los participantes que no jugaban al fútbol. El Dr. David McGovern, psicólogo de la DCU, que ha dirigido el estudio, ha explicado que los guardametas hacen una estimación más rápida de las diferentes señales que están recibiendo, que en el campo de juego serían observar el movimiento del balón en el aire y el sonido cuando es golpeado, por ejemplo.

Los porteros también mostraron una mayor tendencia a separar estas señales sensoriales, lo que puede deberse a la necesidad de tomar decisiones rápidas basadas en información visual y auditiva que llega en diferentes momentos. Lo que no han podido aclarar es si estas diferencias están vinculadas a las rigurosas sesiones de entrenamiento a las que se someten los porteros profesionales, o a una capacidad natural que predispone a algunos jugadores jóvenes a ser guardametas.

De hecho, los investigadores concluyen en su artículo que “una importante cuestión no resuelta es si esta ventaja multisensorial surge de un conjunto de habilidades preexistentes que inicialmente los llevó a convertirse en porteros, o si es el resultado de un efecto de aprendizaje perceptual mediante el cual la exposición repetida a estímulos audiovisuales ha mejorado su procesamiento temporal multisensorial con el tiempo”.

Aunque en esta investigación sólo se evaluó a los jugadores masculinos, el equipo ha solicitado financiación para estudiar a las jugadoras y otro de sus objetivos es investigar si los jugadores que ocupan otros puestos altamente especializados, como los delanteros o los centrocampistas, también muestran diferencias perceptuales.