Practicar búlder puede ayudar a combatir la depresión
30/05/2017
El número de personas afectadas por depresión en todo el mundo –según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS)– se ha incrementado un 18,4% entre los años 2005 y 2015, y actualmente afecta al 5,2% de la población española. Buscar nuevas formas de combatir esta enfermedad, cuya prevalencia se estima que continuará aumentando, es uno de los grandes retos para mejorar la salud pública.
Un reto al que han conseguido acercarse investigadores de la universidad de Arizona, en Tucson (EE.UU.) ya que, según un estudio que han realizado, practicar búlder o bouldering, es decir, un tipo de escalada que consiste en escalar bloques de roca o paredes de poca altura sin necesidad de ir sujeto a las cuerdas, podría aliviar los síntomas de depresión y ayudar a tratar de forma más efectiva esta patología.
Para llevar a cabo la investigación se separó en dos grupos a un total de 100 adultos alemanes diagnosticados de depresión, que participaban en un programa donde algunos hospitales de Alemania han comenzado a utilizar la escalada como un tratamiento terapéutico, al tiempo que enseñaban a estos pacientes cómo cultivar las interacciones sociales positivas y meditar.
El búlder requiere mucha atención y concentración para no caerse, por lo que el cerebro no tiene tiempo para pensar en otras cosas, y esto resulta beneficioso para aliviar la depresión
Mientras que uno de los grupos empezó a practicar búlder de manera inmediata, el otro tuvo que esperar para hacer lo propio. Pasados dos meses, tiempo en el que los participantes realizaron tres horas de este tipo de escalada a la semana, los investigadores observaron que aquellos que empezaron antes a escalar mejoraron su estado mental respecto a aquellos que tuvieron que esperar.
La escalada en bloque puede reducir la gravedad de la depresión
Para medir el impacto de este tipo de ejercicio físico en los pacientes incluidos en el estudio, los especialistas utilizaron dos herramientas comunes en psiquiatría para objetivar la severidad de la depresión, uno es el denominado Inventario de Depresión de Beck (BDI, por sus siglas en inglés) y otro la Lista de Verificación de Síntomas Revisada.
Tras realizar dichas pruebas a los participantes, los resultados obtenidos mostraron que aquellos que habían comenzado a hacer escalada más pronto mejoraron 6,27 puntos en las puntuaciones de BDI, mientras que aquellos que comenzaron más tarde mejoraron menos, concretamente, 1,4 puntos.
Para Eva-Maria Stelzer, coautora de la investigación, la mejora en la puntuación del primer grupo se traduce en un cambio de la severidad de la depresión de moderado a leve. Pero, ¿cómo consigue este deporte ayudar a combatir esta enfermedad? Según la especialista Stelzer, ello se debe a que el búlder es una práctica que requiere mucha concentración. “Este tipo de escalada necesita que estemos muy atentos y concentrados, de manera que nuestra mente no tiene mucho tiempo para pensar en otros aspectos, o para que nos cuestionemos cosas negativas de nuestra vida”, apunta.
Hasta ahora, el búlder era conocido por los beneficios que comportaba a nivel físico y en aspectos relacionados con el estrés. Ahora, sin embargo, gracias a los hallazgos del equipo de Stelzer, ya puede hablarse de una posible ayuda complementaria al tratamiento para la depresión moderada e, incluso, para otros trastornos mentales, tal y como afirma la coautora del estudio.
Actualizado: 4 de mayo de 2023