Usar gafas de natación puede alterar la lágrima y empeorar el ojo seco
26/07/2021
Un nuevo estudio de la Universidad de Granada (UGR) ha encontrado que la película lagrimal experimenta un empeoramiento mientras usamos gafas de natación. El efecto concreto que se ha observado, y que desaparece tras quitarse las gafas, es una disinución en el tiempo de ruptura de la lágrima, una situación que puede agravar los síntomas asociados al ojo seco como irritación o malestar.
La película lagrimal proporciona nutrientes, protege frente a contaminantes externos, se encarga de eliminar desechos y mantiene la visión nítida aportando una superficie ópticamente lisa, por lo que desempeña una importante función en el mantenimiento de la fisiología ocular. Cuando se produce una escasez de lágrima crónica, o la calidad de esta es baja, aparece el síndrome de ojo seco, que provoca irritación, picor, sensación de cuerpo extraño y ojo rojo.
Observaron una reducción del 45% del tiempo de ruptura lagrimal durante el uso de las gafas de natación en comparación con el valor basal
De hecho, uno de los factores que resulta fundamental para el diagnostico del ojo seco es el tiempo de ruptura de la película lagrimal, una prueba en la que se evalúa la calidad de la lágrima y que se realiza midiendo el tiempo que tarda la lágrima en comenzar a evaporarse. Cuanto menor sea el tiempo de rotura lagrimal, peor será la calidad de la lágrima.
Las gafas de natación empeoran la calidad de la lágrima
El objetivo de la investigación, que se ha publicado en Journal of Optometry, era determinar la calidad de la lágrima a través de la evaluación del tiempo de rotura lagrimal mientras se llevaban puestas unas gafas de natación, ya que se había comprobado previamente que alteraban la fisiológica ocular (aumento de la presión intraocular, cambios en la biomecánica y estructura corneal).
Para realizarla, 14 participantes sanos llevaron unas gafas de natación que cubrían ambos ojos durante cinco minutos. Los investigadores utilizaron el topógrafo corneal CA800 para evaluar el tiempo de rotura lagrimal antes, a los tres minutos de portar las gafas, e inmediatamente después de retirarlas. Las gafas de natación disponían de una abertura en el cristal que favorecía la medición.
De acuerdo con los resultados, el tiempo de rotura lagrimal disminuye mientras se llevan puestas las gafas de natación, pero inmediatamente después de quitárselas, los valores vuelven al estado basal. Los autores del trabajo observaron una reducción del 45% del tiempo de ruptura lagrimal durante el uso de las gafas de natación en comparación con el valor basal. Estos científicos sugieren que estos efectos se podrían deber a cambios en la morfología de la córnea a consecuencia del aumento de la presión mecánica que ejercen las gafas sobre los tejidos oculares, que deteriorarían la estabilidad de la película lagrimal.
Aunque usar gafas de natación previene los efectos perjudiciales que puede tener el cloro de las piscinas en el ojo, los hallazgos del trabajo sugieren que su uso puede afectar negativamente a la estabilidad de la película lagrimal. Por ello, los expertos en salud visual deben tener en cuenta las consecuencias que puede tener su empleo sobre la calidad de la lágrima para prevenir o reducir los efectos secundarios oculares adversos, especialmente en las personas que padezcan el síndrome de ojo seco.
Actualizado: 5 de mayo de 2023