América Latina se considera la zona del mundo donde más cesáreas se practican, con una tasa media de 38,9%, lo que indica un abuso de esta intervención, según ha declarado Ariel Karolinski, consultor en Salud Materna de la OPS/OMS en Argentina, que añade que aunque la cesárea puede salvar vidas, realizarla sin que existan razones médicas que lo justifiquen puede poner en riesgo la salud de las mujeres y de sus bebés a corto y a largo plazo.
Mientras la OMS aconseja que la tasa de cesáreas no supere el 15% del total de los partos, y estudio poblaciones revelan que por encima de esta tasa no hay beneficios adicionales respecto a reducir la mortalidad, tanto materna como neonatal, practicar esta intervención en mujeres de bajo riesgo se asocia con una tasa 2,4 veces mayor de mortalidad del neonato en comparación con un parto vaginal.
En Argentina, por ejemplo, y según datos del 2º Informe de Relevamiento Epidemiológico SIP-Gestión, se ha incrementado el número de cesáreas en los hospitales públicos entre 2010 y 2014 hasta llegar a un promedio del 30,9%, es decir, el doble de lo recomendado por la OMS.
La tasa media de cesáreas en los hospitales públicos de Argentina es del 30,9%, el doble de lo recomendado por la OMS
Como ha explicado Maureen Birmingham, representante de la OPS/OMS en Argentina, la falta de información y las modas, entre otros factores, han influido para que el parto se haya medicalizado, en muchas ocasiones de forma injustificada y con el riesgo de que se produzcan complicaciones, por lo que esta experta ha solicitado que disminuya el número de cesáreas innecesarias.
Por su parte, Dora Vilar de Saráchaga, subsecretaria de Atención Primaria de la Salud de este país, reclamó el derecho de las mujeres a un parto natural, en el que se eviten las prácticas invasivas o la administración de medicación sin que su uso esté justificado, durante la celebración de la jornada por la Semana Mundial del Parto Respetado, organizada por el Ministerio de Salud de Argentina, la Organización Panamericana de la Salud/Organización Mundial de la Salud, Unicef y la Academia Nacional de Medicina de Buenos Aires.
