Antibióticos que al inicio del embarazo aumentan el riesgo de aborto
09/05/2017
Aunque los antibióticos son utilizados de forma regular durante el embarazo para tratar infecciones de las mujeres embarazadas, la evidencia con respecto a la seguridad fetal de los mismos sigue siendo limitada. Es por esto que una investigación llevada a cabo por científicos de la Universidad de Montreal, y publicada en la revista Canadian Medical Association Journal, ha estudiado si existe alguna relación entre el consumo de determinados antibióticos de uso común en fases tempranas del embarazo con un incremento en el riesgo de aborto espontáneo.
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Para llevar a cabo el estudio, los investigadores tomaron como punto de partida los datos entre los años 1998 y 2009 del 'Quebec Pregnancy Cohort'. En base a ellos se compararon los datos de más de 8.700 abortos involuntarios certificados clínicamente, con los de un grupo de control formado por más de 87.000 mujeres. Las mujeres que formaron parte del estudio tenían cuando se quedaron embarazadas entre 15 y 45 años, y estaban cubiertas por el seguro médico. La edad gestacional promedio a la que tuvo lugar el aborto fue de 14,1 semanas, y las mujeres que fueron tratadas con antibióticos ascendían a 1.428 en el primer grupo, y a 11.018 en el grupo de control.
El uso de dos antibióticos, la azitromicina y la claritromicina, se relacionó en el estudio con un incremento del riesgo de aborto espontáneo del 65%, y del doble, respectivamente
Antibióticos que pueden aumentar el riesgo de aborto
A partir de todas estas variables, los autores del estudio comprobaron cómo determinados antibióticos de uso común, entre otros los macrólidos, las quinolonas, las tetraciclinas, las sulfonamidas y el metronidazol, se relacionaban de forma directa con una interrupción prematura e involuntaria del embarazo. Sin embargo, no ocurría lo mismo con otros antibióticos también usados comúnmente, como la eritromicina o la nitrofurantoína.
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Los datos de aumento del riesgo de aborto fueron especialmente relevantes en el caso de dos antibióticos, azitromicina y claritromicina, que mostraban un incremento del riesgo de 65%, y del doble, respectivamente. Esto, en el caso de la claritromicina, según los investigadores, avalaría los resultados de estudios anteriores que mostraron unas cifras similares.
Para los autores del estudio, esta investigación debería ser de utilidad para que las autoridades políticas revisasen y actualizasen las directrices actuales en el tratamiento de infecciones durante el embarazo. No obstante, reconocen que no se puede descartar una confusión provocada por la gravedad de la afección tratada con los antibióticos (que puede ser la causa per se del aborto). Sin embargo, señalan que esta confusión sería residual, y que en ningún caso podría explicar los resultados obtenidos en el estudio.
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Actualizado: 4 de mayo de 2023