Asocian el aumento de cesáreas con posibles cambios evolutivos

Un grupo de científicos ha descubierto que la tasa de desproporción fetopelviana (bebés con la cabeza grande) ha aumentado alrededor del 10% en el último medio siglo, y lo asocian con el incremento del número de cesáreas.
Bebé con la cabeza demasiado grande

Si la cabeza del bebé es demasiado grande –lo que se conoce como desproporción fetopelviana– es necesario practicar una cesárea.

El aumento de los partos por cesárea en las últimas décadas podría estar provocando determinados cambios evolutivos; en concreto, el nacimiento de un mayor número de bebés con la cabeza más grande de la media, mientras que el tamaño del canal de parto se mantiene inalterado, según evidencias estadísticamente significativas descubiertas por un grupo de investigadores austriacos y norteamericanos.

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Las mujeres tienen más problemas para dar a luz que las hembras de otras especies, debido a que la cabeza de los bebés es grande en comparación con el estrecho canal de parto que deben atravesar para nacer, por lo que cuando la cabeza del niño es demasiado grande –lo que se conoce como desproporción fetopelviana– los médicos proceden a extraer al pequeño practicando una cesárea.

La tasa global de desproporción fetopelviana se ha incrementado desde el 3% de los nacimientos en los años 60, hasta el 3,3% en la actualidad

Los investigadores han querido averiguar el impacto que podría tener realizar este procedimiento cada vez que el tamaño del bebé dificultara un parto natural, y sugieren que el aumento del número de cesáreas ha contribuido a que cada vez haya más niños con cabeza grande, algo que tiene una consecuencia lógica, y es que si llegan a adultos –en vez de morir durante el nacimiento como les ha ocurrido a muchos de ellos a lo largo de la historia– transmitirán sus genes a sus descendientes, de forma que sus hijos también tendrán la cabeza grande.

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Analizando los datos de los nacimientos que habían tenido lugar en el último medio siglo, los autores de este estudio, cuyos resultados se han publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, comprobaron que la tasa global de desproporción fetopelviana se había incrementado desde el 3% de los nacimientos en los años 60, hasta el 3,3% en la actualidad.

Aunque estos científicos sugieren que este aumento podría deberse a cambios evolutivos desencadenados por el creciente número de cesáreas, lo cierto es que no han podido determinar una conexión entre ambos hechos, y señalan que también es posible que el mayor tamaño de la cabeza de los niños se relacione con el actual estilo de vida occidental, que es más sedentario y se caracteriza por una alimentación muy calórica.

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Actualizado: 11 de octubre de 2017

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