Asocian el estrés prenatal a un bajo conteo de espermatozoides
04/06/2019
El estrés materno durante las primeras 18 semanas de embarazo influye negativamente en la calidad del esperma (cantidad y motilidad de los espermatozoides) de los descendientes varones cuando estos llegan a adultos, según los resultados de una nueva investigación de la University of Western Australia (UWA), en la que también han colaborado investigadores de las universidades de Copenhague (Dinamarca), Sydney y Melbourne (ambas en Australia), y que se ha publicado en Human Reproduction.
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Los investigadores analizaron a 643 jóvenes australianos de 20 años de edad y observaron que aquellos cuyas madres habían experimentado al menos una situación vital estresante –como un divorcio, o la pérdida del empleo– durante las primeras 18 semanas de gestación, presentaban un conteo de esperma más bajo y menores concentraciones de testosterona que aquellos que no habían estado expuestos a estrés prenatal, o lo habían estado entre las semanas 18 y 34 de embarazo.
El estrés de la madre al inicio de la gestación puede tener importantes efectos adversos a largo plazo sobre la fertilidad de los descendientes varones
Los datos se obtuvieron del 'Western Australia's Raine Study', un estudio multigeneracional que reclutó a casi 3000 mujeres en su 18 semana de gestación, entre mayo de 1989 y noviembre de 1991. Las madres respondieron a cuestionarios en la semana 18 y 34 de embarazo, en los que se les preguntaba también por experiencias estresantes a las que se hubieran tenido que enfrentar durante los cuatro meses anteriores, y que incluían problemas sentimentales, familiares o económicos, la muerte de un ser querido, un despido laboral, o una mudanza, entre otros.
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Peor calidad del semen y niveles de testosterona más bajos
Cuando los hijos varones llegaron a los 20 años de edad, 643 de ellos se sometieron a pruebas de ultrasonidos con las que examinaron sus testículos y les tomaron además muestras de semen y sangre que fueron analizadas. El 63% de estos jóvenes habían estado expuestos al menos a un hecho estresante al inicio de la gestación, y los investigadores comprobaron que su conteo total de esperma era menor, que tenían menos espermatozoides con una movilidad adecuada y que sus niveles de testosterona eran más bajos.
El Profesor Roger Hart, de la UWA's Medical School, ha explicado que descubrieron que los hombres que durante su etapa prenatal temprana se habían expuesto a tres o más situaciones estresantes tenían una media del 36% de reducción en la cantidad de esperma en sus eyaculaciones, un 12% de reducción en la movilidad del esperma, y un 11% de reducción en los niveles de testosterona en comparación con aquellos cuyas madres no habían experimentado estrés durante esta etapa.
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El experto ha añadido que sus hallazgos sugieren que el estrés de la madre al inicio de la gestación –un periodo vulnerable para el desarrollo de los órganos reproductivos de los varones– puede tener importantes efectos adversos sobre la fertilidad masculina, un hecho que contrasta con la ausencia de cualquier efecto significativo de la exposición al estrés materno en la última etapa de la gestación. Según Hart, aunque la exposición prenatal a dicho estrés no es la única causa de infertilidad en el varón, al añadirse a otros factores puede contribuir a incrementar este riesgo.
Actualizado: 4 de mayo de 2023