Asocian la lactancia con menor dolor crónico tras la cesárea
06/06/2017
Las mujeres que han tenido a su bebé mediante una cesárea y le amamantan al menos durante dos meses, tienen tres veces menos probabilidades de sufrir un dolor persistente a causa de la operación, que aquellas que no dan el pecho a su hijo, o lo hacen durante menos tiempo, según ha revelado un estudio del Hospital Universitario Nuestra Señora de Valme (Sevilla), que se presenta en el Congreso de Euroanestesia que organiza la Sociedad Europea de Anestesiología.
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Se estima que una de cada cinco mujeres que se ha sometido a una cesárea experimenta dolor crónico (que dura más de tres meses) tras esta intervención quirúrgica, y ya que la lactancia materna exclusiva es el tipo de alimentación más recomendable para un niño hasta los seis meses de edad, los autores del trabajo quisieron comprobar si el hecho de amamantar tenía algún efecto sobre el dolor crónico tras la cesárea.
En la investigación participaron 185 mujeres que habían tenido un parto por cesárea entre enero de 2015 y diciembre de 2016, que refirieron sus patrones de lactancia y la intensidad del dolor en las primeras 24-72 horas tras la cirugía, así como su nivel de ansiedad. El 87% de estas mujeres amamantaron a sus hijos, y el 58% afirmó que lo hizo durante dos meses o más. El 23% de las mujeres que dieron de mamar a sus bebés durante dos meses o menos continuaban sintiendo dolor en la zona de la intervención cuatro meses después de esta, frente a solo el 8% de las que mantuvieron la lactancia materna dos o más meses.
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La ansiedad materna aumenta el riesgo de dolor poscesárea
Los investigadores también observaron que la ansiedad de las madres durante la lactancia –el 54% de las que amamantaron a sus hijos admitió haber padecido ansiedad– aumentaba las probabilidades de sufrir dolor crónico tras la cesárea, y que las mujeres que tenían una educación universitaria eran mucho menos propensas a experimentar este dolor.
Además, tras analizar los datos de otras mujeres a las que se había entrevistado entre noviembre de 2016 y enero de 2017, y combinarlos con los de las participantes en el estudio, comprobaron que existía una asociación estadísticamente significativa entre la ansiedad y el dolor crónico tras la cesárea, sin embargo, afirman que los resultados preliminares de su trabajo sugieren que prolongar el amamantamiento dos meses o más protege contra este dolor, mientras que dar el pecho al bebé solo dos meses o menos aumenta tres veces el riesgo de experimentar este dolor.
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Actualizado: 3 de julio de 2017