Beber alcohol embarazada afecta al desarrollo craneofacial del bebé

Consumir alcohol durante el embarazo, incluso en dosis bajas y esporádicas, provoca cambios en el desarrollo craneofacial del bebé al año de vida, que se asemejan a anomalías faciales asociadas al TEAF.
Beber alcohol embarazada afecta al desarrollo craneofacial del bebé

 El consumo de alcohol por bajo que sea tiene consecuencias en el desarrollo craneofacial.

La famosa frase “por una copita, tampoco te va a pasar nada” aplicada a mujeres embarazadas ha sido desmentida a través de varias investigaciones en los últimos años. Ahora, un nuevo estudio llevado a cabo por científicos del Murdoch Children’s Research Institute (Victoria, Australia) ha tratado de encontrar si existe una asociación entre los distintos niveles de exposición prenatal al alcohol, aunque sean cantidades mínimas y ocasionales, y la forma craneofacial de los niños a los 12 meses de vida, así como la posibilidad de padecer trastornos del neurodesarrollo.

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La conclusión de la investigación, publicada recientemente en la revista científica JAMA Pediatrics, ha sido que las diferencias en determinados rasgos de la cara y la nariz en hijos nacidos de mujeres que han consumido alcohol durante el embarazo se asemejan a las anomalías del tercio medio facial asociadas con el trastorno del espectro alcohólico fetal (TEAF). Especifican los autores que esto ocurre con cualquier cantidad de alcohol, incluso en dosis bajas y esporádicas.

El consumo de alcohol durante el embarazo tiene consecuencias en el desarrollo craneofacial de los bebés, por lo que los expertos recomiendan evitar totalmente su ingesta durante la gestación o, incluso, si se está planeando el embarazo

Para llevar a cabo el trabajo se emplearon los datos de una cohorte prospectiva de madres reclutadas en el primer trimestre de su embarazo, siempre de bajo riesgo, procedente de maternidades públicas del área metropolitana de Melbourne (clasificando su consumo de alcohol en bajo, moderado, alto, o excesivo, tanto en el primer trimestre como durante el resto del embarazo), y los de algo más de 195 niñas y 220 niños, que fueron incluidos en un análisis de imágenes craneofaciales en 3D tomadas cuando contaban 12 meses de edad.

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El análisis se realizó utilizando modelos de superficie densa de la cara y la cabeza, y se observó que había signos de diferencias anatómicas en la forma craneofacial, tanto global como regional, entre los hijos de mujeres que se abstuvieron de consumir alcohol durante el embarazo y los niños con diferentes niveles de exposición prenatal al alcohol.

Por tanto, dado que el consumo de alcohol por bajo que sea tiene consecuencias en el desarrollo craneofacial, evitar completamente su consumo durante el embarazo, e incluso si se está planeando un embarazo, es la opción más segura. Lo que según los investigadores no queda claro es si las diferencias faciales de la exposición prenatal al alcohol se asocian a consecuencias neurocognitivas, por lo que creen que sería interesante continuar la investigación para comprobarlo.

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Actualizado: 4 de mayo de 2023

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