Carbón y pesticidas pueden causar defectos congénitos

Las embarazadas que están en contacto con pesticidas o químicos provenientes de la combustión de carbón tienen más probabilidades de dar a luz a bebés con defectos congénitos graves.
Carbón y pesticidas pueden causar defectos congénitos

Un estudio realizado por la Universidad de Pekín en China con 80 recién nacidos y fetos procedentes de abortos en los que se registró fallos cerebrales y de la médula espinal (defectos del tubo neutral) ha demostrado que las mujeres que durante el embarazo están en contacto con pesticidas o químicos provenientes de la combustión de carbón tienen hasta tres y 4,5 veces, respectivamente, más probabilidades de dar a luz a bebés con defectos congénitos graves, en comparación con aquellas que no han estado expuestas a estas sustancias.

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Los autores de la investigación detectaron en las placentas de las mujeres que habían tenido bebés con malformaciones congénitas niveles muy elevados de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), provenientes de inhalar pesticidas y humo de carbón en combustión. Tong Zhu, uno de los autores del estudio, explicó al respecto que este tipo de contaminantes es capaz de traspasar con facilidad las estructuras preplacentarias y causas un potencial impacto en el desarrollo del embrión.

Los bebés de embarazadas que han estado expuestas a pesticidas tienen el triple de riesgo de sufrir defectos del tubo neural, las que lo han estado al humo de carbón, 4,5 más veces que el resto

Los conocidos como defectos del tubo neural (es decir, los relacionados con el cerebro y la médula espinal), como la espina bífida o la anencefalia, son más frecuentes de lo que se piensa, ya que se presentan en aproximadamente seis de cada 10.000 nacidos vivos en el mundo.

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Una de sus formas más habituales es cuando la columna vertebral no se cierra totalmente en el primer mes de gestación, lo que provoca desde daños nerviosos a parálisis en las piernas. Si el final del tubo no se cierra como debería, el  cerebro se queda sin desarrollar, por lo que los bebés suelen nacer muertos o lo hacen poco después del parto.

Evitar la exposición al humo del carbón, utilizar sistemas más limpios para cocinar o calefactar el ambiente son algunas de las medidas preventivas más recomendables. Por otro lado, llevar una dieta equilibrada y rica en ácido fólico también puede ayudar a prevenir este tipo de complicaciones.

Fuente: 'Proceedings of the National Academy of Sciences'

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Actualizado: 25 de octubre de 2022

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